¡El Infierno es Eterno!
Fernanda Nissaf
ADVERTENCIA IMPORTANTE SOBRE EL OBJETO DE LA OBRA
Querido lector, tiene usted en sus manos un libro, que puede llegar a salvar miles de almas. Nuestro Señor Jesucristo hablo claramente del infierno, y su amada esposa, la santa madre Iglesia, lo predicó durante siglos. A partir de la década del 70, paso a ser un tema tabú, o intocable, ya que muy pocos sacerdotes valientes, lo mencionan.
Estos relatos son para nuestra época una gran gracia; pues en el espíritu del “hombre moderno”, la idea de poder ser condenado a un fuego eterno ha desaparecido progresivamente. Incluso se burla de eso. ¿Y cuál fue el instrumento principal de esta terrible anestesia? El silencio de los predicadores. San Alfonso, doctor de la Iglesia, decía que se consideraría culpable de un pecado mortal si no hubiese predicado sobre el infierno por lo menos una vez al año.
Por este motivo, me veo en la obligación de difundir esta verdad, del infierno y la eternidad de sus penas, que es un dogma de fe de la Iglesia definido en el IV Concilio de Latráo (1.215) y explicado en muchos documento del Magisterio. Debemos proclamarla a todo el mundo secularizado y pagano. Hallarán testimonios impactantes, muchos de ellos, gozan de licencia eclesiástica, y otros, todavía no se pronuncio respecto a la veracidad de estas apariciones, sin embargo me parece que reflejan la teología Católica de la misma. Son pocos los que quieren hablar de este tema, sobre la sexualidad, los anticonceptivos, el aborto, etc. Lo que más me sorprende es que al tocar estos temas, se justifican con excusas como ―que lo ofendemos al prójimo o que ―Dios es amor-, siendo estas excusas realmente incoherentes.
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