Una lectura social del Nuevo Testamento

Fidel Aizpurúa Donazar

Introducción

Se ha repetido hasta la saciedad la frase atribuida a K. Barth de que es preciso hacer teología con la Biblia en una mano y en la otra el periódico. Una legión de estudiosos, exegetas y predicadores han perecido en el intento. Pero, en estos años de modernidad líquida, según Z. Bauman, con el auge de las religiones y, a la vez, del secularismo se percibe claramente que los amantes y estudiosos de la Biblia cada vez abandonan más el periódico, el hecho social, y se vuelven a centrar en la sola Palabra como terreno realmente válido para vehicular la fe. Se ha llegado a la convicción de que el discurso religioso como herramienta hermenéutica para la lectura de la Palabra es la mejor y prácticamente la única.

La exégesis bíblica, cuando está al servicio de una ideología, se centra únicamente en sí misma, incluso con la pretensión de ciencia; se vuelve moralista, con el irreprimible afán de universalidad y de imposición; roza y cae en un acechante fundamentalismo con expectativas de que sus enseñanzas cristalicen en leyes sociales. Estos son los frutos del abandono del «periódico», del alejamiento y menosprecio del hecho social. Corregir esta trayectoria, aunque sea ir a contracorriente y pasar por un auténtico «antisistema» dentro del campo de la exégesis es, para algunos biblistas, una obligación.

Mirar la realidad es un trabajo imprescindible para quien se apresta a leer con profundidad la Palabra, porque esta, por duro que suene, es una realidad a su servicio. Si, como dice el prólogo joánico, «la Palabra se hizo carne» (Ho logos sarx egeneto: Jn 1,14), es la «carne», la historia, el ojo lector, el verdadero timonel del hecho de lectura. Una Palabra al servicio de la historia es, para muchos estudiosos, un concepto inaceptable. La Palabra y el hecho histórico se miran en mutua e imprescindible relación y de una manera circular: de uno al otro y viceversa. Pero en esta mirada circular es el hecho histórico quien comanda la lectura, porque él es el necesitado de amparo.

Mirar la realidad no es solamente mirar lo que hay. Es hacerlo tratando de descubrir lo que no hay, las posibilidades que encierra, los horizontes sugeridos, los soles tras la bruma. Es la capacidad innata que todos los seres humanos tenemos para ver la realidad con otros ojos, con una mirada atenta que nos permita abrir la puerta a un abanico de posibilidades que aún están por descubrir. Es, incluso, hacer justicia a lo que ya fue: «Mirar solo lo que hay empequeñece la realidad y la mirada, pues la hace superficial. Necesitamos conocer la tumultuosa vida que hay detrás de cada objeto, de cada institución política, de cada costumbre. Lo mismo pasa en los asuntos humanos. Para saber dónde estamos, tendremos que preguntarnos: ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Cuando al mirar vemos las cosas, prolongadas por su genealogía, el mundo alcanza profundidad»1.

Una lectura social es aquella que mira a la realidad y desde la realidad con el texto bíblico en la mano. Más que de un método se trata de una sensibilidad que intuye que la mezcla de la Palabra ahondada con la realidad social discernida puede ser altamente provechosa. Es cuestión, así mismo, del logro de una perspectiva que conecte con facilidad el imaginario del texto leído con el del mundo que vive el agente lector; sin esta conexión, el texto arriesga la infecundidad. Es, en fin, un anhelo, aquel que pretende hacer que el texto llegue a lo más profundo de la intimidad personal y ese pueda ser el cauce para una vivencia recreada del Mensaje2.

¿Cuáles serían los contenidos de una lectura social del Nuevo Testamento (NT)? Dado que, como hemos dicho, se trata, ante todo, de una sensibilidad y una perspectiva, a una lectura social le antecede cualquier método de análisis textual, siempre que este sea compatible con los postulados y las exigencias de una conexión viva con la realidad de hoy. Se trata de hacer una obra de doble ahondamiento tanto en el texto como en el ámbito y porqué del hecho social. Incluso este trabajo ha de manejar como uno de sus presupuestos globales que el texto bíblico, sobre todo el del NT, no es tanto un texto orientado a creyentes sino a cualquiera que conecte con la oferta de Jesús. Más aún, como lo muestra la dinámica de la primitiva misión cristiana en la narración de la obra de Lucas, el objetivo del Evangelio es, de algún modo, el paganismo, a quien va dirigida la oferta. Pero también este trabajo tiene su utilidad para los creyentes, ya que siempre habrá que hacer un esfuerzo integrador de lo cristiano en la vida para que el trabajo de la fe no termine siendo una superestructura. He aquí, pues, algunos de los contenidos posibles de una lectura social de la Palabra:

• Conexión de imaginarios. Tomando la definición de Rof Carballo, el imaginario «es la condición genitriz, la genitricidad, la capacidad de dar a luz nuevas ideas, nuevos horizontes»3. Esta genitricidad existe en el texto bíblico y también en la realidad social. La unión entre ambos movimientos motores tiene que ser posible, más allá de los efectos distanciadores de las religiones o de las ideologías. Ese encuentro de imaginarios, de esquemas de creatividad vital, es posible en el marco de lo profundo de la vida. Con razón dice Tillich que el único ateísmo es el que cree que la vida es solo superficie, porque si se admite la vida con profundidad también puede admitirse la realidad de Dios con profundidad4. En esa profundidad vital es donde se da la fusión de imaginarios.

• Desvelamiento de lenguajes comunes. Precisamente por esa posibilidad de conexión honda, la lectura social del texto bíblico puede llegar a crear lenguajes comunes, más allá de la peculiaridad de todo lenguaje técnico. Al hablar de lenguajes comunes estamos aludiendo, en sentido gadameriano, al lenguaje como soporte del ser, como experiencia del mundo. Es decir, una lectura social del texto bíblico puede contribuir a verificar la hermandad de experiencias, quizá la unicidad de experiencias vitales, entre quien lee el texto y vive en el hoy, sea la misma o distinta persona. Este lenguaje común, fruto de experiencias comunes, es algo que ha de quedar patente a la hora de hacer una lectura social del texto bíblico…


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


No se han encontrado entradas.
Libro de la oración y meditación

Libro de la oración y meditación

EL libro de la oración y meditación fue escrito por Fray LUIS DE GRANADA en 1554, cuando tenía cincuenta años de edad. Este libro causó ...
Obras completas de Fray Luis de León

Obras completas de Fray Luis de León

Fray Luis de León (1527-1591) desde joven se consagró a la iglesia, y tomó el hábito de San Agustín, habiendo ingresado en el convento de ...
Las virtudes fundamentales

Las virtudes fundamentales

La segunda parte de la Summa theologica del Doctor Común de la Iglesia, que se refiere a la Teología moral, comienza con esta frase: «Puesto ...
El único bautismo

El único bautismo

 I 1. Con mucha frecuencia, hermano Constantino, nos vemos obligados a responder a los que piensan de manera diferente y se extravían de la regla de ...
Los Evangelios son verdaderos e históricos

Los Evangelios son verdaderos e históricos

En el diario digital Reforma o apostasía ha reunido ya un gran número de artículos, más de 250. Algunos lectores han sugerido en sus comentarios ...
Cuestiones disputadas acerca de La Ciencia de Cristo

Cuestiones disputadas acerca de La Ciencia de Cristo

Se pregunta si la ciencia de Cristo, en cuanto es el Verbo, se extiende en acto a infinitas cosas. 1. La autoridad de Agustín, La ...
Ángeles y Santos

Ángeles y Santos

Normalmente, cuando oímos hablar de la Iglesia, creemos saber lo que es. Es la parroquia a la que acudimos los domingos, en la que hay ...
Jesús, hoy

Jesús, hoy

Este es un libro maravillosamente fresco y vibrante. Aunque Albert Nolan escribió «¿Quién es este hombre?»: Jesús, antes del cristianismo hace más de treinta años, ...
La catedral de San Agustín de Hipona

La catedral de San Agustín de Hipona

DURANTE MUCHOS AÑOS me pregunté qué aspecto físico presentaría la catedral de San Agustín a los ojos de un hombre de nuestra época que pudiera ...
Cartas a un Joven Católico

Cartas a un Joven Católico

La pretendida «muerte de Dios», anunciada por Nietzsche, no dio lugar en el siglo pasado a la afirmación del hombre o a su liberación. Nada ...
Encuentros con Jesús

Encuentros con Jesús

De la comunicación suele darse una definición empírica: comunicar es «decir algo a alguien». Por medio del gran mundo de la Red, que se ha ...
Vértigo y éxtasis

Vértigo y éxtasis

En el libro XIII de los Anales de Confucio se cuenta que Tzu-Lu hizo al gran maestro la siguiente pregunta: «Si el Señor de Wei ...
Restañar la herida del que sufre, mi hermano

Restañar la herida del que sufre, mi hermano

Este prefacio está dirigido a quienes no han leído entregas anteriores de un libro que he titulado “Adán, Jesucristo y nosotros”. Para terminar de entender ...
Pregúntale a la Iglesia

Pregúntale a la Iglesia

La doctrina de la Iglesia es fruto de la Sagrada Escritura, de la Tradición viva y del Magisterio. Jesús de Nazaret fundamentó la revelación de ...
Del sufrimiento a la paz

Del sufrimiento a la paz

Se dice: mientras haya a mi lado quien sufra, yo no tengo derecho a pensar en mi felicidad. Estas palabras suenan muy bien, pero son ...
¿Quieres ser mi padrino?

¿Quieres ser mi padrino?

En algunos lugares, por tradición popular, cuando se va a bautizar a un niño se invitan padrinos[1] de pastel, fotografía u otras cosas para ayudar ...
En la escuela del Espíritu Santo

En la escuela del Espíritu Santo

«¡Oh, Jesús mío, qué fácil es santificarse! ¡Solamente hace falta un poquito de buena voluntad! Y si Jesús descubre ese mínimo de buena voluntad en ...
Homilías sobre el evangelio de San Mateo

Homilías sobre el evangelio de San Mateo

San Juan Crisóstomo, luminar mayor de la Iglesia universal, que sólo tiene par, en Occidente, con San Agustín, y el más grande, sin duda, de ...
Guerra y paz

Guerra y paz

Bien. Desde ahora, Génova y Lucca no son más que haciendas, dominios de la familia Bonaparte. No. Le garantizo a usted que si no me ...
Jubileo de la Misericordia

Jubileo de la Misericordia

Misericordiæ Vultus FRANCISCO OBISPO DE ROMA SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS A CUANTOS LEAN ESTA CARTA GRACIA, MISERICORDIA Y PAZ Jesucristo es el rostro ...
La idea de la acción moral

La idea de la acción moral

Kant comienza su Fundamentación de la metafísica de las costumbres con la solemne sentencia: «Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, ...
Cartas de Nicodemo

Cartas de Nicodemo

Esta enfermedad. Justo, me está destrozando. Antes yo era un hombre lleno de energía, sabia mostrarme suave y comprensivo con los que me rodeaban. No ...
María Madre Nuestra

María Madre Nuestra

Este es un libro dedicado a la Virgen María. En él deseo expresarle mi cariño, que viene desde mi más tierna infancia. Por experiencia puedo ...
El enigma de la belleza. Ensayos estéticos

El enigma de la belleza. Ensayos estéticos

Nos impresiona observar cuántas formas hay de belleza, y cómo nos elevan el ánimo y nos reconcilian con la vida en momentos de desánimo, cuando ...
Carta del Papa a los Niños

Carta del Papa a los Niños

Dentro de pocos días celebraremos la Navidad, fiesta vivida intensamente por todos los niños en cada familia. Este año lo será aún más porque es ...
Hemos encontrado Misericordia

Hemos encontrado Misericordia

En la primera carta a Timoteo, se dice sobre la conversión de san Pablo: «Pero por eso he encontrado misericordia, para que yo fuera el ...
Natividad de la Virgen a la muerte de San José Tomo II

Natividad de la Virgen a la muerte de San José Tomo II

Toda ponderación, toda alabanza resulta mísera voz al lado de la solemne grandeza que emana de las contemplaciones de la vida de María, la excepcional ...
El verdadero poder es el servicio

El verdadero poder es el servicio

“Conviértanse y crean en la Buena Noticia”, eso nos dijo el sacerdote, el miércoles pasado, cuando nos impuso la ceniza. Empezamos la Cuaresma con este ...
Creo en la Iglesia

Creo en la Iglesia

Frecuentemente se oye decir: «Yo creo en Dios, pero no en la Iglesia». Aparentemente con ello se quiere expresar la propia rectitud y sinceridad con ...
¿Como pastorear?

¿Como pastorear?

En los grupos de oración, en las comunidades carismáticas y en la Iglesia Católica en general se utilizan los nombres de “pastor” y “pastoreo” y ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta