Jaime Fernández Montero
PRÓLOGO
Estas reflexiones tuvieron su origen en dos talleres sobre pedagogía pastoral realizados por el autor con un grupo de sacerdotes en Puerto Rico. Debido al interés que suscitó el tema, algunos señores obispos pidieron que se elaboraran los apuntes que se habían ocupado en la conducción de los talleres para presentarlos en forma de un pequeño manual práctico para ayudar a los sacerdotes en el acompañamiento espiritual. La generosa iniciativa del Sr. Obispo de la diócesis de Arecibo, Mons. Miguel Rodríguez, hizo posible que en agosto de 1988 se publicara la primera edición de este libro con el nihil obstat de don Bernardino Echeverría Ruíz, cardenal-arzobispo de Guayaquil. Han transcurrido muchos años desde la primera edición. Hemos visto conveniente elaborar una nueva versión, ampliando el ámbito de los destinatarios a fin de abarcar a nuevos círculos de interesados. Esta reelaboración se debe a que, al comienzo el libro estuvo pensado sólo para sacerdotes, con el tiempo se vio la necesidad de abarcar a todas las personas que prestan un servicio de acompañamiento espiritual. Muchas religiosas y laicos comprometidos pertenecientes a movimientos y asociaciones religiosas, aunque sin cumplir las mismas tareas que el sacerdote, han comenzado a asumir fecundamente la tarea de acompañar y apoyar espiritualmente a sus hermanos. A ellos queremos ofrecer especialmente este aporte.
En la Iglesia existen muchas obras clásicas sobre el acompañamiento espiritual. No nos interesa abundar en los temas que ya han sido tratados en ellas con mucha erudición, así es que simplemente nos remitimos a las obras más ampliamente difundidas. El sentido de este libro es ayudar a llenar algunos vacíos pedagógicos que suele experimentarse en relación al acompañamiento. Quienes se han interiorizado en el tema encuentran fácilmente los fundamentos teológicos y las metas ascéticas, pero no encuentran suficiente material que los oriente acerca de los caminos pedagógicos que deben seguir para hacer un acompañamiento fecundo. En efecto, cuando se sienten requeridos por otros fieles que necesitan una ayuda a través de un acompañamiento espiritual sistemático, experimentan la carencia de los fundamentos pedagógicos para responder a tales requerimientos y se tienen que contentar con aplicar sus criterios e intuiciones. A ellos quisiéramos entregarles un compendio con algunas de las bases mínimas sobre la pedagogía del acompañamiento. En los demás temas, sobre los que ya existe suficiente material, sólo diseñaremos el marco referencial invitando a quienes quieran profundizar en esos temas a recurrir a los manuales clásicos. Estamos conscientes de que en este primer intento apenas podremos ofrecer una ayuda incipiente en el complejo arte del acompañamiento espiritual. La limitación auto-impuesta en relación a la dimensión del libro responde al anhelo de hacerlo práctico, pero, al mismo tiempo, teniendo consciente que no será posible evitar el peligro de que el libro resulte poco exhaustivo y profundo.
El contenido fundamental de todo el planteamiento pedagógico que quisiéramos aportar ha sido extraído de las inagotables arcas de la Iglesia pero, muy especialmente de la riquísima práctica sacerdotal del P. José Kentenich, sacerdote alemán fallecido en 1968 y fundador de la Obra Internacional de Schoenstatt. Muchas de sus obras han sido traducidas al castellano.