Beata Inés de Beniganim (Ilustrado)
P. Rafael M. López Melús O.C.D.
¡OH JESUS, TE AMO MAS QUE A MI VIDA!
Así repetía una y muchas veces la niña, la religiosa lega, la religiosa de coro y la santa, nuestra Beata Inés de Benigánim, pues todo eso fue ella.
Nació el 9 de febrero de 1625. Sus padres se llamaron Luis Albiñana y Vicenta Gomar, muy cristianos y sencillos hijos del pueblecito llamado Benigánim, perteneciente a la región valenciana.
Nació gemela de un hermanito -Agustín- que murió a los pocos días de nacer. Como entonces era costumbre, la bautizaron el mismo día de nacer y le impusieron los nombres de Josefa Teresa. Quizá el segundo porque hacía tres años que había sido canonizada, con grandes fiestas en toda España, Santa Teresa de Jesús, la carmelita de Ávila.
Siendo todavía muy niña perdió a su padre. La pobreza de su hogar todavía fue mayor y por ello un tío suyo se llevó a ella y a su hermanita María a vivir en su casa.
Siendo todavía muy niña -tendría doce o catorce años- tendiendo la ropa que había lavado, se le apareció Jesucristo, radiante de luz, y le dijo:
-«Inés, ¿me quieres por Esposo tuyo?»
-«Sí, Señor, os quiero por Esposo y no quiero a ningún hombre de la tierra.»
Cuando pasen los años, recordará, con gran alegría aquella primera aparición del Nazareno de la O, como le gustaba llamarle.
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