Capítulo I
BENDICIÓN DE LAS FAMILIAS Y DE SUS MIEMBROS
I. BENDICIÓN DE UNA FAMILIA
A. RITO DE LA BENDICIÓN
Con Misa
44. El rito que aquí se propone pueden utilizarlo tanto el sacerdote como el diácono, y también el laico, pero con los ritos y preces previstos para el laico.
45. Con el fin de acomodar la celebración a las circunstancias del lugar y de los miembros de la familia, pueden adaptarse algunos de los elementos de este rito, respetando siempre los principales.
RITOS INICIALES
46. Reunida la familia, el ministro dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos se santiguan y responden:
Amén.
47.Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, saluda a los presentes, diciendo:
La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo, el Señor,
estén con vosotros.
U otras palabras adecuadas, tomadas preferentemente de la sagrada Escritura.
Todos responden:
Y con tu espíritu.
O bien:
Bendito seas por siempre, Señor.
O de otro modo adecuado.
48.Si el ministro es laico, saluda a los presentes, diciendo:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo
esté con todos nosotros.
Todos responden:
Amén.
49.El ministro dispone a los presentes a recibir la bendición, con estas palabras u otras semejantes:
Queridos hermanos: La familia, que por el sacramento del matrimonio recibe la gracia de Cristo y una vida nueva, tiene una especial importancia tanto para la Iglesia como para la sociedad civil, de las cuales es la célula primera y vital.
Con esta celebración, invocamos la bendición del Señor para que los miembros de la familia sean siempre entre sí cooperadores de la gracia, y difundan la fe en las diversas circunstancias de la vida.
Con la ayuda de Dios, cumpliréis vuestra misión, conformando toda vuestra vida según el Evangelio, para que podáis ser ante el mundo testigos de Cristo.