Catecismo de La Iglesia Católica
Nueva y completa edición electrónica del Catecismo, editado y suministrado a eBooks Católicos por el Padre Alfredo de la Cruz y de María, que incluye índice general completo con hipervínculos, índice analítico completo y números marginales, ofreciendo toda la riqueza del texto impreso en formato digital.
«Agradezco infinitamente a Dios Nuestro Señor el haber dado a la Iglesia este Catecismo, promulgado en 1992 por mi venerado y amado Predecesor, el Papa Juan Pablo II» (Benedicto XVI, Motu Proprio para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica) .
Con estas elocuentes palabras recordaba el Santo Padre, Benedicto XVI, el inmenso don que supone para la Iglesia y para toda la humanidad el Catecismo de la Iglesia Católica, un documento de valor absolutamente excepcional. Al convocar el Año de la Fe, insistía de nuevo en la importancia capital de este documento, al que califica como indispensable:
«Para acceder a un conocimiento sistemático del contenido de la fe, todos pueden encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica un subsidio precioso e indispensable. Es uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano II» (Benedicto XVI, Carta apostólica Porta Fidei, 11).
En la Carta apostólica Laetamur magnopere, con la que promulgó la editio typica latina del Catecismo, San Juan Pablo II nos indica el valor doctrinal del texto:
«La Iglesia dispone ahora de esta nueva exposición autorizada de la única y perenne fe apostólica, que servirá de “instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial” y de “regla segura para la enseñanza de la fe”» (Juan Pablo II, Carta apostólica Laetamur magnopere).
Además, persuadido de su enorme importancia, encomendaba muy vivamente a los Obispos la difusión del Catecismo:
«Por tanto, exhorto encarecidamente a mis venerables hermanos en el episcopado, a quienes de manera especial queda encomendado el Catecismo de la Iglesia Católica, para que, aprovechando esta notable ocasión de la promulgación de la edición típica, intensifiquen su compromiso a favor de una mayor difusión del texto, y, sobre todo, de su cordial acogida, como don privilegiado para las comunidades a ellos encomendadas, las cuales podrán redescubrir aún más las inagotables riquezas de la fe» (Ibíd.).
Doy gracias al Señor por haber podido elaborar esta edición electrónica del Catecismo. Quiera Él que contribuya a la difusión de este inestimable documento, don providencial de Dios a su Iglesia para los tiempos presentes. Con San Juan Pablo II, ponemos en las manos y en el Corazón Inmaculado de la Virgen María esta intención:
«A María, Madre de Cristo (…) encomiendo estos deseos, a fin de que se realicen para el bien de toda la humanidad» (Ibíd.).
P. Alfredo de la Cruz y de María
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