Cuentos
Fiódor Dostoyevski
Prólogo
Si bien es en la faceta novelística donde más ha destacado Dostoievski, no es menos cierto que el género del cuento, el periodismo, el relato, así como el ensayo, merecen una referencia aparte. Ello se debe a la exquisitez y la temática que abarcan. Por eso, la presente edición lleva por título Cuentos, que se reúnen aquí en su variedad de contenido, y que ponen de manifiesto la fuerte personalidad artística de Dostoievski a lo largo de su dilatada vida literaria. Por esta razón, en este libro hemos optado por el orden cronológico, teniendo en cuenta que la pátina del tiempo ofrece a cambio la objetividad, la evolución o la persistencia de una determinada idea que sobrevive diversas etapas en la vida y obra de un autor.
Aquí están presentes aspectos prácticamente desconocidos del autor ruso como es el humor, su fina ironía, el sarcasmo frente a la tragedia que tanto caracterizó sus novelas y que hasta hoy día sigue siendo la piedra angular del contenido artístico y filosófico de su narrativa.
Unas líneas aparte merece su obra ensayística, que se cruza entreveradamente en el resto de su obra, bien sea ésta cuento, relato o novela, para finalmente poner de relieve las ideas más profundas que salpican su pensamiento.
Algunas veces antagónico, el autor ruso no es por ello menos fuerte y sólido, pues así lo demuestran los cuentos de más ternura, como son El sueño de un hombre ridículo, El ladrón honrado, El pequeño héroe o Las noches blancas. Llama la atención la curiosa historia del robo de unos pantalones en El ladrón honrado, donde se ponen de relieve las profundidades más inmarcesibles del alma de un borrachín, hombre bueno que se pierde por el alcohol y paga caro el error cometido por robar al narrador de la historia, que lo acoge en su casa. El peso de la culpa se descarga sobre él con inusitada fuerza, lo que provoca que la historia desemboque en una tragedia. Pero no todas las historias de Dostoievski tienen tristes desenlaces, tal es el caso de El pequeño héroe: una historia contada en primera persona por un adolescente que vive una experiencia muy particular en una finca de las afueras de la ciudad. Rodeado de bellas damas, elegantes caballeros, excursiones a caballo y todo tipo de divertidas distracciones, el joven descubre sus primeras sensaciones de adolescente inmerso en un mar de confusos sentimientos.
A los cuentos más largos se contraponen pequeñas historias, condensadas en diminutos pasajes, experiencias o vivencias del autor. A veces una fugaz idea o una simple noticia motiva al autor para escribir un cuento que enlaza el suceso con el ensayo y la reflexión.
Éste es el caso de Los dos suicidios, que arranca de la noticia de un periódico en la que se contrapone otra historia que obliga al lector a detenerse en el contenido que tan a menudo traen los diarios sin que apenas se les dé importancia. Estas pequeñas historias rompen esquemas de lo que comúnmente se conoce con el nombre de cuento, dado que su comienzo en Dostoievski suele ser atípico, pues a veces se atiene a algún acontecimiento o viene al hilo de un recuerdo que suscita una impresión, una sensación o una vivencia.
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