El culto de los votos
Louis Colin
INTRODUCCIÓN
Alguien tildará de extensa esta obligada introducción, pero nadie, a mi entender, podrá negar su utilidad.
Siendo el efecto de los votos introducir y fijar el alma en el estado religioso, antes de emitirlos, importa mucho el conocer con exactitud la naturaleza, las obligaciones y las ventajas de esta nueva forma de vida.
Por otra parte, nadie puede escoger por sí mismo este camino de elevación y de subida, sin ser llamado para ello por Dios y por la Autoridad oficial. Este llamamiento constituye la Vocación, gracia excepcional de la que deben cobrar conciencia y a la que deben responder con fidelidad los beneficiados.
También aconseja la prudencia practicar con lealtad y decisión una experiencia, antes de comprometerse de un modo definitivo. No tiene otra finalidad el Noviciado, que es al mismo tiempo un estudio, una prueba y un ensayo.
El noviciado desemboca en la Profesión, primero temporal, y perpetua después de algunos años. Esta consagración de un alma y de una vida al culto de Dios; este contrato bilateral celebrado entre el religioso y su Congregación es un acto de inmenso alcance y resonancia en el orden temporal y en el eterno.
La profesión tiene su expresión pública y ritual en la emisión de los Tres Votos de pobreza, castidad y obediencia; pero hay que resolver una cuestión previa: el papel que desempeñan en la glorificación de Dios, en la santificación personal y en la fecundidad del apostolado.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!