Enseñanzas del papa Francisco
Matilde Eugenia Pérez Tamayo
PRESENTACIÓN
Desde que fue elegido, el 13 de Marzo de 2013, el Santo Padre Francisco ha pronunciado cientos de Homilías, en diversas celebraciones litúrgicas, como las Eucaristías diarias en la Casa Santa Marta, las Eucaristías especiales en las Fiestas y Solemnidades de la Iglesia, y las Vigilias de oración convocadas por motivos diversos; y también en las Audiencias Generales de los miércoles y el Angelus de los domingos, en la Plaza de San Pedro. Y ha enviado a la Iglesia Universal y al mundo, cientos de mensajes, por medio de discursos, cartas, documentos, locuciones grabadas en video y en audio, y en su twitter oficial. Su palabra, sencilla y clara, profunda y cálida, interpelante y motivadora, ha llegado a todos los rincones de la tierra, en nuestro idoma y en todos los idiomas, gracias a los medios de comunicación.
Personalmente he leído y sigo leyendo, la mayor parte de estos documentos, que la página web de la Santa Sede publica con esmero y prontitud, y he encontrado en ellos una fuente maravillosa de hermosas enseñanzas, que nos sirven a todos para crecer espiritualmente, no sólo como cristianos católicos, sino también, como seres humanos.
Con la certeza de que un magisterio tan rico no puede perderse en el tiempo, ni reducirse a una nota marginal en los noticieros de televisión, o a un titular de algún periódico o revista, que muchas veces llega distorsionado a un público desprevenido, que no tiene la manera de verificarlo, me he dado a la tarea de ir recogiendo los pensamientos que me han parecido más significativos para los cristianos de a pie. Creo firmemente que constituyen una inigualable fuente de inspiración para nuestra reflexión y nuestra oración, personalmente y en grupo, y por lo tanto también, para la necesaria profundización en nuestro encuentro personal con Jesús, que nos ha llamado a ser discípulos misioneros del Reino del Padre, que Él vino a instaurar en el mundo.
Este es el primer paso, de un largo proyecto que espero llevar a cabo en los meses y años venideros, con la ayuda de Dios y de su Espíritu, y también con la mayor diligencia posible, y que presento a ustedes, queridos lectores, con una única motivación: poner mi granito de arena, para que todos en la Iglesia, aprovechemos del mejor modo posible, este tiempo privilegiado que estamos viviendo, y que sin duda, marcará la historia de nuestra Iglesia Católica y también del mundo.
Muchas bendiciones para éste año 2016
Gracias ?