La cuarta copa

Scott Hahn

PRÓLOGO

Jesús de Nazaret fue un hombre de muchos misterios. Habló en parábolas desconcertantes, realizó signos y milagros extraños, y planteó un enigma tras otro. Y a sus discípulos judíos y a las muchedumbres judías que recibían sus enseñanzas eso les gustaba, aunque muchas veces los dejara sin palabras.

Pero los misterios de Jesús no acabaron con su ministerio público. Según los evangelios, siguió haciendo y diciendo cosas desconcertantes hasta el momento de su muerte. Entre los grandes enigmas de la Pasión de Jesús se incluye la misteriosa promesa que realizó durante la Última Cena. La noche en que iba a ser traicionado, cuando la cena se acercaba a su fin, Jesús anunció solemnemente que no volvería a beber «del fruto de la vid» hasta la venida del «reino de Dios» (Le 22, 18; cf. Mt 26, 29 y Me 14, 25). Más adelante, de camino al Gólgota, los soldados le ofrecieron vino y Jesús, fiel a su promesa, «no lo bebió» (Mt 27, 34; cf. Me 15, 23). El evangelio de Juan, por su parte, cuenta que en sus últimos instantes de vida, justo antes de morir en la cruz, Jesús pidió que le dieran vino: «Tengo sed» (Jn 19, 28). Y lo que es aún más misterioso: después de beberlo, afirmó: «Todo está consumado», inclinó la cabeza y entregó el espíritu (Jn 19, 30).

¿Cómo resolver este enigma? ¿Cómo es posible que Jesús prometiera en la Ultima Cena no volver a beber vino, que lo rechazara de camino a la cruz y que, acto seguido, cambiara de opinión y pidiese de beber justo antes de morir? ¿Cómo se pueden conciliar las palabras de Jesús en la Última Cena con las que pronunció en la cruz? ¿Rompió su promesa o fue otra cosa lo que ocurrió?

Y eso no es todo. Aún queda otro misterio por resolver: uno que tiene lugar entre el cenáculo y el Calvario. En el huerto de Getsemaní, cuando su oración se centra en su muerte, Jesús dice algo extraño: «Padre mío, si es posible, aleja de mí este cáliz; pero que no sea tal como yo quiero, sino como quieres tú)) (Mt 26, 39). Y luego vuelve a decir: «Padre mío, sí no es posible que esto pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad)) (Mt 26, 42). Si fueras tú a quien estaban a punto de crucificar ¿habrías orado así? ¿Por qué habló Jesús de su muerte como de «beber» un «cáliz))? ¿A qué cáliz se refería?

En La cuarta copa Scott Hahn nos proporciona las claves para desvelar este misterio: el misterio de la Última Cena y de la cruz. Y lo hace de dos maneras: en primer lugar, retrocediendo a las raíces judías de lo que dijo e hizo Jesús; y, en segundo lugar, contándote la historia del viaje personal que lo llevó del protestantismo al catolicismo. El resultado se lee casi como una novela de detectives: un apasionante viaje de exploración que cambiará para siempre tu forma de ver la Última Cena, la Pasión de Cristo y la Eucaristía.

Nunca olvidaré la primera vez que escuché a hablar a Hahn de la cuarta copa. Me quedé totalmente deslumbrado. Fue como si hasta entonces nunca hubiera leído la Pasión. No me malinterpretes: con esto no quiero decir que me pasara despierto noche tras noche preguntándome por qué en la Última Cena Jesús prometió no volver a beber vino y por qué el viernes santo pidió de beber. Tampoco es que me hubiera planteado exactamente por qué Jesús habló de su crucifixión como de beber «una copa». Todo eso me había limitado a darlo por hecho . Pero, después de escuchar la conferencia de Hahn, fue como si encajaran de repente las piezas de un puzle en el que ni siquiera me había fijado. Lo que sí me había preguntado siempre era esto: ¿por qué los católicos creen que la Eucaristía es un sacrificio? ¿No se entregó Jesús en el Calvario «de una vez para siempre»? ¿Qué relación existe entre la ofrenda de Jesús de su cuerpo y de su sangre en la Última Cena y su muerte en la cruz?

Si alguna vez te has preguntado lo mismo, si alguna vez has celebrado el Séder de la Pascua o si siempre has querido profundizar en las raíces judías de la Eucaristía, tengo algo que decirte: lee este libro. Y no te limites a leerlo. Reza con él. Medítalo. Y compártelo con otros.

Porque, si tú y yo tenemos algo en común, una vez empieces a contemplar el misterio de la Última Cena y de la cruz con los ojos de un judío de la antigüedad, tu vida cambiará por completo. Y es que, como demuestra Scott Hahn, la Pascua de Jesús que se inició en el cenáculo y quedó consumada en el Calvario hoy sigue con nosotros. Cada vez y dondequiera que se celebra la misa, el Misterio Pascual —es decir, el misterio de la «Pascua»— se hace realmente presente. La cuarta copa, además de desvelar el misterio de la promesa de Jesús, te proporciona ese vínculo perdido entre el cenáculo y el Gólgota, y te ayuda a ver con mayor claridad cómo el sacrificio de Cristo en la Última Cena y el sacrificio de Cristo en el Calvario son el mismo sacrificio ofrecido «por muchos para remisión de los pecados» y por la redención del mundo (Mt 26, 28).

Brant Pitre


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Dios te Salve, Reina y Madre

Dios te Salve, Reina y Madre

Unos meses antes de morir, Santa Teresa de Lisieux realizó su sueño de expresar en forma de canción todo lo que pensaba sobre la Virgen ...
Señor, ten piedad

Señor, ten piedad

La confesión es un asunto arduo para muchos católicos. Cuanto más la necesitamos, menos parecemos desearla. Cuanto más optamos por pecar, menos deseamos hablar de ...
La Cena del Cordero

La Cena del Cordero

Este notable libro reúne varias poderosas realidades espirituales, todas ellas importantes para el creyente cristiano y aparentemente tan diversas, que en una consideración superficial se ...
La evangelización de los católicos

La evangelización de los católicos

¿Qué es la nueva evangelización? En cierto modo, es más fácil responder a esta pregunta mostrando que hablando. Entendemos la respuesta cuando nos la encontramos. La ...
Esperanza para los momentos difíciles

Esperanza para los momentos difíciles

La única tragedia en esta vida es no ser santo. Lo único que quiso santa Teresa de Ávila fue vivir una vida sencilla de pobreza ...
Ángeles y Santos

Ángeles y Santos

Normalmente, cuando oímos hablar de la Iglesia, creemos saber lo que es. Es la parroquia a la que acudimos los domingos, en la que hay ...
La alegría de Belén

La alegría de Belén

Empezaba la primavera. La Navidad había quedado bastante atrás, pero la multitud de peregrinos que estaba a nuestro alrededor cantaba O Little Town of Bethlehem ...
Roma, dulce hogar

Roma, dulce hogar

Damos gracias a Dios por el regalo de nuestra conversión a Jesucristo y a la Iglesia católica que Él fundó; porque sólo por la asombrosa ...
La verdad sobre el Secreto de Fátima

La verdad sobre el Secreto de Fátima

Este es un libro «popular», ciertamente; pero absolutamente serio. Ninguna de nuestras afirmaciones — o, a veces, de nuestras correcciones a errores anteriores — está ...
Catequesis sobre La Iglesia

Catequesis sobre La Iglesia

1. Comenzamos hoy un ciclo nuevo de catequesis dedicadas a la Iglesia, cuyo Símbolo niceno-constantinopolitano nos hace decir: «Creo en la Iglesia una, santa, católica ...
Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

He aquí la fuente de todo bien, Jesús en el Santísimo Sacramento, el cual nos dice: Quien tenga sed, venga a mí. ¡Oh, cuán abundante ...
La Historia de Annette

La Historia de Annette

Lo que se relaciona en estas páginas es de la mayor importancia. Aunque los acontecimientos en cuestión tuvieron lugar en Alemania, lo que damos aquí ...
La Cena del Cordero

La Cena del Cordero

Este notable libro reúne varias poderosas realidades espirituales, todas ellas importantes para el creyente cristiano y aparentemente tan diversas, que en una consideración superficial se ...
Bajo el cielo de Balazar

Bajo el cielo de Balazar

“Me llamo Alexandrina Maria da Costa. Nací en la feligresía de Balazar, distrito de Porto, el 30 de marzo de 1904. era miércoles santo. Me bautizaron ...
Santas Ánimas del Purgatorio

Santas Ánimas del Purgatorio

Nota preliminar En 260 páginas, el devoto lector podrá encontrar en letra grande de 12 puntos, una corona de los difuntos, 30 oraciones —una para ...
La grandeza del amor

La grandeza del amor

Es cierto, ¡certísimo!, diría yo, lo que cantaban los Beatles: All you need is love («Todo lo que necesitas es amor»). El ser humano no ...
La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

Con el nombre de Edad de Oro de los Padres se designa el largo período que se abre con el Concilio de Nicea (año 325) ...
La Virgen María

La Virgen María

El renombrado filósofo americano EMERSON consigna un episodio interesante de un viaje que hizo en autobús. Un día bochornoso de verano subió cansado y sin ...
Sobre Dios, la Iglesia y el mundo

Sobre Dios, la Iglesia y el mundo

Los periodistas solemos tener prisa. Hoy se detecta el bosón de Higgs; esta tarde, o mañana, hay que contarlo al público, explicarlo, dar los antecedentes, ...
El verdadero poder es el servicio

El verdadero poder es el servicio

“Conviértanse y crean en la Buena Noticia”, eso nos dijo el sacerdote, el miércoles pasado, cuando nos impuso la ceniza. Empezamos la Cuaresma con este ...
San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz

Memoria de san Juan de la Cruz, presbítero de la Orden de los Carmelitas y doctor de la Iglesia, el cual, por consejo de santa ...
Contra la maldad

Contra la maldad

HACE muchos años, durante mis primeras experiencias en procesos de exorcismo, me ocurrieron dos sucesos que marcaron mi vida. El primero de ellos me sucedió ...
La Elegida de Dios

La Elegida de Dios

En la soledad de las áridas tierras, junto con el ulular del viento, se oye la súplica de dos fieles de Dios, implorando, ahí esta ...
Doce parábolas cimarronas

Doce parábolas cimarronas

Hemos desglosado estas doce parábolas en diálogo de nuestro libro Las Parábolas de Cristo, por aconsejarlo la conveniencia editorial —⁠y también literaria. En ese libro ...
La gratitud

La gratitud

Tratándose de Dietrich von Hildebrand, es necesario partir para conocerlo de algunas de sus noticias biográficas. Imprescindible el dato de su procedencia: una familia de ...
Sobre la Santa Misa

Sobre la Santa Misa

Reúnense aquí las contemplaciones referentes al santo sacrificio de la Misa, reproducción genuina del Calvario, donde Jesús se ofreció expiatoriamente por la humanidad caída, sobre ...
Pregúntale a la Iglesia

Pregúntale a la Iglesia

La doctrina de la Iglesia es fruto de la Sagrada Escritura, de la Tradición viva y del Magisterio. Jesús de Nazaret fundamentó la revelación de ...
Mística Ciudad de Dios

Mística Ciudad de Dios

De la razón de escribirla y otras advertencias para esto. Quien llegare a entender —si por dicha lo entendiere alguno—que una mujer simple, por su ...
Cántico Espiritual A

Cántico Espiritual A

Por cuanto estas canciones, religiosa Madre, parecen ser escritas con algún fervor de amor de Dios, cuya sabiduría y amor es tan inmenso, que, como ...
Fundamentos y práctica de la Vida Mariana

Fundamentos y práctica de la Vida Mariana

Desde hace casi veinte años escribimos en cada número de nuestra modesta revista «Mediadora y Reina» un artículo sobre la vida mariana, tal como la ...
El valor divino de lo humano

El valor divino de lo humano

Duo enim mala fecit populus meus: Me derelinquerunt fontem aquae vivae, et foderunt sibi cisternas, cisternas dissipatas, quia continere non valent aquas. “Dos pecados ha ...
Quien es el hombre

Quien es el hombre

Me he comprometido a decir algo sobre la imagen del hombre que nos transmite la revelación. Al iniciar estas reflexiones quisiera plantear una cuestión, que ...
Francisco de Asís y los marginados

Francisco de Asís y los marginados

Como amigoniano, como seguidor de Luis Amigó e integrante de una congregación franciscana, dedicada particularmente a la cristiana educación de los niños y jóvenes en ...
Eclesiastés: El colapso del sentido

Eclesiastés: El colapso del sentido

Este sorprendente libro bíblico que el lector tiene entre manos constituye el ejemplo más claro de lo que podríamos denominar «literatura del disenso». La autocomprensión ...
Sintió compasión de ellos

Sintió compasión de ellos

“Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. Entonces dice a sus ...
El hombre eterno

El hombre eterno

En algún pasaje de su suculenta Autobiografía. Chesterton nos confiesa que su acercamiento a la Iglesia católica fue primeramente una expresión de curiosidad. La execración ...
La acción del Espíritu Santo en las almas

La acción del Espíritu Santo en las almas

Todos los que han leído La historia de un alma recuerdan esas páginas tan bellas en las que Santa Teresa del Niño Jesús cuenta cómo ...
La esencia de la concepción católica del mundo

La esencia de la concepción católica del mundo

El término "concepción del mundo" es de uso general, y cada uno le atribuye un sentido. Este, con todo, debe ser muy indeterminado, como quiera ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta