La Eucaristía centro de la vida
Joseph Ratzinger
INTRODUCCIÓN
EN la teología de Joseph Ratzinger la Eucaristía ocupa un lugar central desde el principio, y en especial su comprensión de la Iglesia está en dependencia de ella: «La Iglesia surge de y consiste en que el Señor se comunica a los hombres, entra en comunión con ellos y los lleva a comunión mutua entre ellos. La Iglesia es la comunión de Dios con nosotros, que crea simultáneamente la verdadera comunión de los hombres entre sí». Ya para su tesis doctoral: «Pueblo de Dios y Casa de Dios en la doctrina sobre la Iglesia de San Agustín», eligió Ratzinger como lema «Unum panis unum corpus sumus multi» -porque nosotros, que somos muchos, somos un solo pan, un solo cuerpo-.
Existe un hilo conductor ininterrumpido que lleva desde los tiempos preconciliares hasta el momento actual y que hace referencia a la comprensión de la Eucaristía y de la Iglesia, tal como prueban las publicaciones y las lecciones de J. Ratzinger. Esta eclesiología eucarística encuentra su expresión en los mismos textos del Concilio.
Para Ratzinger la alta estima de la tradicional piedad eucarística que se muestra en procesiones, conmemoraciones, meditaciones ante el Santísimo -todo lo cual encuentra expresión también en el presente libro- no es una reliquia irreflexiva del tiempo preconciliar, sino que con el transcurso de los años se ha revelado cada vez más la importancia de estas formas de piedad como expresión de la comunión personal con Cristo.
Presupuesto para la communio es una comprensión de Dios según la cual «el Absoluto» no es solamente una impersonal «ley que rige la realidad», sino que se trata de Palabra, de Sentido y de Amor, es decir de comunidad viva. De este modo, los desarrollos sobre la Eucaristía están condicionados por dos referentes que iluminan su horizonte, un horizonte que es mucho mayor: en primer lugar el hecho de que el Dios trinitario ha venido hasta nosotros, ha llegado a ser el Dios con nosotros y el Dios entre nosotros; y, en segundo lugar, esto supone también que nosotros, en definitiva, no corremos hacia el vacío, sino que la cercanía de Dios nos proporciona un gozo definitivo.
Las contribuciones al tema de la Eucaristía que aquí se presentan están en su mayor parte redactadas a posteriori en base a registros magnetofónicos de sermones, que fueron pronunciados en situaciones concretas y en determinadas circunstancias, y se ha mantenido intencionadamente su carácter de lenguaje oral. No obstante nos parece ver en los textos escogidos importantes impulsos para una comprensión más profunda del misterio de la cercanía de Dios a nosotros en la Eucaristía.
Nuestro agradecimiento, en primer lugar, al autor, que se ha puesto al servicio de la tarea iluminadora de la fe cristiana y a la transmisión de su mensaje con una dedicación incansable, y a menudo llegando a los límites de lo que es humanamente posible.
También agradecemos al servicio de prensa del arzobispado de Munich por la amable grabación de los sermones del cardenal Joseph Ratzinger en su etapa de Munich, así como al Sr. Helmuth Brandner por su desinteresada ayuda y patrocinio.
A la Erich Wewel Verlag el agradecimiento por la autorización para la impresión de cuatro sermones publicados en 1978 bajo el título de «Eucaristía, Centro de la Iglesia».
Y no en último lugar estamos agradecidos a la Sankt Ulrich Verlag, a cuya iniciativa se remonta este libro. En particular vaya nuestro agradecimiento al lector, señor Michael Widmann, el cual leyó una innumerable colección de sermones del cardenal Ratzinger y aconsejó la publicación, así como a la señora Anja Beck, que se ocupó de la elaboración del texto y de la maquetación con una gran dedicación.
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