José Luis Barriocanal Gómez
INTRODUCCIÓN
El libro que tienes entre tus manos forma parte de la colección de manuales «Introducción al estudio de la Biblia», editados por Verbo Divino. Dada la peculiaridad de este género didáctico del manual, lo que aquí se presenta está bien fundamentado y admitido por la gran mayoría de los especialistas acerca del corpus profético. Esta es la grandeza y la limitación de este volumen, que nace con vocación de servicio a la palabra de Dios escrita. No pretende novedades llamativas, sino que aspira a recoger las aportaciones de los exégetas para que el lector, alzado sobre ese saber, pueda reflexionar y captar el significado de los textos proféticos.
Va dirigido a las personas interesadas en el conocimiento y estudio de los libros proféticos, pensando en primer lugar en los alumnos del Primer Ciclo de Teología (Baccalaureatus en Teología), así como en los estudiantes de Ciencias Religiosas, pero sin olvidar a quienes deseen iniciarse en el horizonte amplio de la Sagrada Escritura. Hoy son cada vez más los cristianos que se reúnen para comentar y estudiar los textos bíblicos, así como las personas individuales que se preguntan por el valor de la profecía y su conexión con el Nuevo Testamento, y que descubren que los interrogantes que se planteaban los profetas coinciden con los que acucian a la humanidad de nuestro siglo. Todos ellos podrán encontrar en estas páginas elementos suficientes para una lectura provechosa y fructífera, tal como sugiere el Concilio Vaticano II cuando exhorta a aprender «el sublime conocimiento de Jesucristo, con la lectura frecuente de las divinas Escrituras» (DV 25).
Somos conscientes de que el estudio de los libros proféticos tiene especial interés para la formación integral de la persona, puesto que abarca un número amplio de disciplinas que se complementan de modo admirable. Implica un conocimiento de la historia de Israel y de los pueblos vecinos, tanto en el aspecto político como en el social y religioso, para comprender el contexto histórico que está detrás de los textos proféticos. Lleva consigo también el interés por conocer la historia de la redacción de cada libro para situarlo en las circunstancias en que fue compuesto y, con mayor empeño, las circunstancias que rodearon al último redactor. Sin duda, ha de tener en cuenta las cuestiones de filología y de literatura, las características lingüísticas de cada época, los modos de expresarse, los géneros literarios, junto a los nuevos hallazgos arqueológicos en el entorno bíblico.