Nota: El autor es protestante, pero desvela muchas cosas de la masonería que son ciertas y peligrosas y que deben ser conocidas por todos.
César Vidal
Introducción
La masonería, en general, y los masones, en particular, son desconocidos del gran público. Se podría señalar que es lógico que así sea en la medida en que nos estamos refiriendo a una sociedad secreta y a sus miembros. Sin embargo, semejante ignorancia carece de sentido y de justificación puesto que nos estamos refiriendo a un fenómeno de especial importancia en la historia universal. Aún habría que ir más lejos. Se trata de un fenómeno sin el cual resulta imposible explicar de manera cabal no pocos acontecimientos de acusada relevancia acontecidos en el curso de los tres últimos siglos.
Esa ignorancia, acompañada de un silencio consciente, ha venido adobada, de manera especial en las últimas décadas, por una vaga visión, por otro lado, positiva, de la masonería. La leyenda rosada —que se ha impuesto, justo es decirlo, con enorme facilidad— presenta a la masonería como una sociedad discreta que no secreta, imbuida de valores filantrópicos, dedicada única y exclusivamente a causas nobles, defensora del bienestar social y exenta de participación en conducta negativa alguna, incluida la conspiratoria. Su poder, caso de aceptarse su existencia, no iría más allá del que posee cualquier ONG medianamente organizada para llevar a cabo sus tareas humanitarias.
Esta leyenda rosada contrasta vivamente con la leyenda negra que ha ido unida a la masonería a lo largo de los siglos. De acuerdo con ésta, prácticamente no ha existido trastorno histórico que no aparezca vinculado a la acción de los masones, que serían, a su vez, enemigos declarados de todo lo bueno y lo justo, y que se han coaligado históricamente con la conspiración judía mundial, si es que no son meros instrumentos de la misma.
Ciertamente, la ciencia histórica no puede dar como cierta ninguna de las dos leyendas, y no puede hacerlo porque son parciales en su consideración de los datos documentales de que disponemos, porque no toman en consideración la realidad sino más bien pretenden adaptar ésta a una visión preconcebida y porque, por añadidura, carecen de una perspectiva global que permita con un mínimo de rigor comprender el devenir histórico de la masonería y de los masones.
La presente obra constituye una visión global de ese fenómeno complejo que es la historia de la masonería que pretende abordar en todos y cada uno de sus aspectos esenciales sin omitir ninguno. Dado lo amplio del tema, no pretende ser exhaustiva —de hecho, algunos de sus capítulos cuentan con material que permitiría la redacción de varias monografías extensas—, pero sí abarca sus aspectos más importantes siquiera en lo que a su influencia histórica se refiere. En ese sentido, como irá descubriendo el lector, resulta obvio que la no mención, por desidia, ignorancia o interés, de la masonería en no pocos procesos históricos sólo puede contribuir a impedir su cabal comprensión y a una distorsión, en ocasiones, punto menos que total de la verdad histórica.