Miguel, Gabriel, Rafael, Arcángeles en acción
Padre Ángel Peña Benito O.A.R.
INTRODUCCIÓN
En este libro deseo presentar a los tres famosos arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael) para que podamos conocerlos más y así amarlos más. Conocer algunas de sus apariciones y de sus milagros más importantes puede ayudarnos a conocer mejor la acción que han realizado entre nosotros. De esta manera, podremos invocarlos con más amor y devoción para obtener muchas bendiciones de Dios por medio de ellos.
San Miguel es poderoso, especialmente, en la lucha contra el Maligno. San Gabriel es el especialista en el campo de las comunicaciones y san Rafael es, de modo especial, el protector de los viajeros, con poderes extraordinarios para sanar enfermos.
Espero que este libro pueda ayudar a invocarlos más frecuentemente, pues su ayuda, en las diferentes circunstancias de la vida, será muy importante y no podemos dejar de recibir tantas bendiciones que Dios quiere darnos por medio de ellos.
Les deseo a todos una vida llena de amor y de alegría en compañía de los ángeles y, concretamente, de los tres arcángeles, que siempre están listos para entrar en acción, en la medida en que se lo pidamos con fe.
LOS COROS DE LOS ÁNGELES
Entre los ángeles hay distintos coros. Siempre se han considerado nueve: Ángeles, arcángeles, virtudes, principados, potestades, dominaciones, tronos, querubines y serafines. El orden varía según los distintos autores, pero lo importante es que no todos son exactamente iguales, al igual que cada hombre es diferente. Ahora bien, ¿a qué se debe la diferencia entre los coros de serafines y querubines o entre los ángeles y arcángeles? No hay nada definido por la Iglesia y, en este campo, sólo podemos dar una opinión.
Según algunos autores, la diferencia se debería al grado de amor y santidad de cada coro. Pero otros autores dicen que la diferencia está en sus diferentes misiones encomendadas. También entre los hombres hay diferentes misiones y podemos decir así que en el cielo hay coros de sacerdotes, mártires, vírgenes consagradas, apóstoles o misioneros, etc.
Entre los ángeles podría ser algo parecido. Los ángeles, simplemente llamados así, serían los encargados de dar mensajes de parte de Dios, es decir, sus mensajeros. Ellos también pueden cuidar personas, lugares o cosas sagradas. Los arcángeles serían ángeles de orden superior, los mensajeros más excelsos para misiones extraordinariamente importantes como la del arcángel San Gabriel, que anunció a María el misterio de la Encarnación. Los serafines tendrían la misión de estar adorando ante el trono de Dios. Los querubines estarían cuidando lugares sagrados de importancia y lo mismo a personas sagradas importantes como el Papa y obispos…
Pero lo que hay que aclarar es que, según esta opinión, no quiere decir que todos los serafines sean más santos que los sencillos ángeles o arcángeles; son misiones, no grados de santidad lo que los diferencia. Al igual que entre los hombres, uno del coro de los mártires o de las vírgenes o de los sacerdotes, incluso de los tres a la vez, podría ser inferior en santidad a un apóstol laico. No por haber sido sacerdote es más santo que un simple laico; y así podemos decir de los demás coros. Por eso, se supone que san Miguel es el príncipe de los ángeles, el más excelso y elevado de todos los ángeles y, sin embargo, se le dice arcángel, aunque esté por encima de todos los serafines en santidad…
Otra cosa que debemos aclarar es que no todos los ángeles custodios son del coro de los ángeles, ya que pueden ser serafines o querubines o tronos, según las personas y su grado de santidad. Incluso, Dios puede dar a algunas personas más de un ángel de distintos coros para ayudarles más en su camino a la santidad. Lo importante es saber que todos los ángeles son nuestros amigos y hermanos, y quieren ayudarnos a amar a Dios. Amemos a los ángeles y seamos amigos de todos los ángeles.
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