Siervo de Dios P. Valentín de San José, C.D.
PROLOGO
¿Es posible que el método de enseñar en los principios a hacer oración mental sea causa de rehuir la oración?
Para cantar sólo es necesario emitir y modular la voz; pero nadie dirá que para cantar bien o para componer piezas musicales son impedimento las reglas de música. Lo mismo ocurre con la oración y su método.
Se ora sin reglas, amando. Se está con Dios amándole. Pero la instrucción sobre el modo de orar y las reglas para hacer la oración son para enseñar a avivar el amor y estar con Dios con más amor, sobre todo en los principios.
Al decir que la oración es amar, ejercicio de amor y actualidad de amor, ya se indica que no es imprescindible el método para enseñar a orar. Se ora amando y se ama amando.
Es cierto que el poeta nace, pero sin formación se quedaría en un rústico poeta; y una bella imagen de mármol no lo sería si no la hubiesen labrado; continuaría siendo un bloque en bruto, aunque de mármol.
Así, para hacer mejor y más fácilmente oración mental y llegar a ser almas de oración ayudará no poco estudiar lo que sobre la oración nos enseñaron los escritores espirituales y ver cómo hicieron oración los santos, no dejando de tener presente que se ora amando y se ama amando, y que Dios es quien da su amor y es el Maestro quien enseña la oración y da el amor a las almas.
Me propongo resumir, prescindiendo de los métodos tradicionales, cómo hizo oración Santa Teresa enseñada por Dios, cómo nos enseña ella a hacerla y cómo enseñó en su tiempo a muchas almas que aprovecharon mucho.
En Santa Teresa aprendemos, sin métodos complicados, cómo hicieron oración los santos y cómo podré yo ayudarme para hacerla más fácilmente y mejor.
No se me dirá que es anticuado este método, ni tampoco se puede decir que encierre novedad lo que aquí se enseñe. Esto y de este modo lo hicieron todos los santos de todos los siglos desde el principio del cristianismo, lo hicieron los solitarios y los Apóstoles y se hace hoy. Por su misma sencillez y uso quizá no se le ha estudiado a fondo para a su vez enseñarle con claridad.
Es necesario hacer bien la oración y mucha oración para ser almas de oración y de vida interior y llevar vida perfecta como nos mandó el Señor.
Es necesario hacer bien la oración y mucha oración para que crezca y dé sazonadísimo fruto de amor, del amor que Dios pone en el alma y que deja a nuestra voluntad su cultivo.
Es necesario hacer bien la oración y mucha oración para que Dios haga la unión de amor con el alma, porque para esta unión de amor con El nos ha criado.