El pan de cada día

Gustave Thibon

Prólogo

Hay prólogos de compromiso. Con el autor, con el lector… y aun, a veces, hasta con el editor. En ellos, como la cuestión es decir algo, se corre el riesgo de que este algo sea un insustancial decir. Nada hay tan tentador—ni torturante—como una pluma en la mano delante de un papel blanco. El presente prólogo pertenece—por desgracia—a esa clase insulsa de palabras previas. Y por eso, puestos a decir algo, esquivaremos el peligro, diciendo el algo de nuestro compromiso, ordenada y brevemente.

AL EDITOR le repito ahora la razón fundamental que me pareció convincente para decidir la publicación de un libro como éste. Porque contribuye a sustituir —única manera de vencer en la lid de las ideas— dos formas de espiritualidad, excesivamente tributarias del ambiente y demasiado explotadas, en nuestra época, como soluciones fáciles a la interna y constitutiva tensión de nuestra vida cristiana.

Ambas son buenas en sí, y mejores aún en sus intenciones; pero sin vitalidad propia. Van un poco a remolque; toda su iniciativa les viene de fuera, y todo su movimiento es una mera fuerza de reacción. Por eso son forzosamente unilaterales. Son piedades funcionales, apologéticas de circunstancias y morales negativas, a pesar de que a veces emplean una rimbombante terminología afirmativa. La actitud positiva ante la vida no consiste en una brillante retórica, llena gramaticalmente de afirmaciones. La verdadera positividad requiere tanto la afirmación como la negación. Más aún, el sí y el no se exigen mutuamente. Sic et non.

Adaptacionismo podría ser el nombre de una de tales formas. Es la actitud de los avanzados, de los que dicen ser jóvenes y cacarean de valientes. Tienen miedo a que se los tache de retrógrados, e intentan superar su larvado complejo de inferioridad, que aflora en sus relaciones con el mundo, procurando hacer amable la piedad, humana la virtud y fácil la vida cristiana. Se preocupan, ante todo, llevados de un loable afán apostólico, por hacer que el Cristianismo resulte perfectamente adaptable a cualquier género de vida moderno. Subrayan que en el santo la moral deja de ser una rígida ley para convertirse en la forma espontánea de su vida; pero olvidan que ésta es una existencia crucificada. Les inquieta el hecho de que Cristo no quisiera bajar de la Cruz cuando los judíos le pedían que descendiese para creer en El… También les desconciertan las respuestas de Jesús al Tentador… El llamado humanismo cristiano sabe mucho acerca de esta postura.

Puritanismo podría denominarse la otra forma. Es la reacción pendular contraria dentro del mismo plano de vida cristiana superficial. Es la actitud de los prudentes y experimentados que están ya de vuelta y saben muy bien que los hombres crucificaron a Cristo, aunque olvidan que ello fue un hecho libre y en manera alguna necesario. Representa esta actitud la ascesis negativa y huidiza, la crítica global y temerosa delsiglo”, la obsesión de quienes ven en todas partes las fuerzas del mal organizadas, y niegan sistemáticamente la posibilidad de cualquier punto de tangencia entre el “mundo” y Cristo. Están escarmentados, y quiera Dios que no estén, además, resentidos. A fuerza de reducirlo todo a lo esencial, al unum necessarium —truncadamente interpretado— caen en un sobrenaturalismo monodimensional y eliminan vertientes enteras de nuestra vida que, aunque no esenciales, son ciertamente partes integrantes de ella. Nuestro ser no es una desnuda sustancia, sino que va necesariamente revestido de accidentes reales. Y la vida cristiana no sólo tiene una esencia, sino que también posee una existencia.

Ambos tipos de espiritualidad tienen éxito externo y encuentran eco en un amplio espacio cristiano. La ufana verborrea juvenilyla caduca lamentación mal llamada jeremíaca —son dos vertientes demasiado humanas, por donde fluyen— y se desbordan dos poderosas armas del ser humano: las palabras y las lágrimas, No parece sino que a algunos ambientes cristianos, con marcada psicología femenina, les guste que los mimen o les peguen, les ensalcen o les azucen —es lo mismo— con tal que alguien se ocupe de sus problemas, respetando su egocéntrico punto de pravedad. Ambos tipos de espiritualidad se obsesionan angustiosamente por su propia subsistencia, estando para ello al acecho de las más pequeñas manifestaciones o creaciones del espíritu del mundo, ya sea para combatirlo, ya para argumentar que es necesario asimilarlo. Pero en ambos casos son demasiado dependientes de la moda mundana. Así, por ejemplo, ante el complejo problema delcine”, una actitud dirá que no es malo en sí y que hay que emplear sus enormes posibilidades al servicio del bien, mientras que la otra postura verá en el “cine” un signo de espíritu gregario, un espectáculo de masas y un indicio de decadencia social. Y todo ello es cierto, pero en cualquier caso ambas reacciones son totalmente tributarias del mismo fenómeno del “cine” e incapaces de trascenderlo, cosa muy distinta de olvidarlo o negarlo. Ignorar un problema no es hallar su solución; pero ahogarse en él tampoco es resolverlo.


Enlaces de Descarga


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


No se han encontrado entradas.
Razones desde la otra orilla

Razones desde la otra orilla

Verán, veremos, sus innumerables amigos, cómo José Luis se las compondrá para seguir presente aquí abajo, entre nosotros, haciendo cosas, publicando artículos y libros. Lo ...
Síntesis del Nuevo Catecismo de La Iglesia Católica

Síntesis del Nuevo Catecismo de La Iglesia Católica

  Con motivo del primer aniversario de la segunda visita pastoral de Juan Pablo II a Venezuela, se ha llevado adelante la iniciativa de difundir, ...
¿Nos conoce Jesús? ¿Lo conocemos?

¿Nos conoce Jesús? ¿Lo conocemos?

La situación es confusa. Por una parte, parecen repetirse las escenas bíblicas en las que Jesús es rodeado por la muchedumbre, es empujado, apretujado...; la ...
Vida Nueva

Vida Nueva

Vamos hablando directo y honestamente: esta obra fue escrita para ti. Sí, ¡para ti! Con la esperanza de ayudarte a ser feliz y gozar de la ...
La perfecta casada

La perfecta casada

¿Quién hallará mujer de valor? Raro y extremado es su precio. Pero, antes que comencemos, nos conviene presuponer que, en este capítulo, el Espíritu Sancto ...
El obispo del sagrario abandonado

El obispo del sagrario abandonado

Hubiera yo querido leer muy despacio esta biografía del Exento, y Rvdmo. Sr. D. Manuel González García, Arcipreste que fue de Huelva y Obispo de ...
La Vida en Cristo

La Vida en Cristo

Estas páginas presentan el itinerario de una nueva evangelizaron y renovación espiritual basado en la carta de san Pablo a los Romanos. Por tanto, no ...
Nueve caminos para seguir viviendo

Nueve caminos para seguir viviendo

Si miramos alrededor, podemos encontrarnos con muchos hombres y mujeres tristes y deprimidos. De hecho, las personas mayores suelen decir que antes la gente era ...
Arca de Gracia: La Virgen María en la Biblia

Arca de Gracia: La Virgen María en la Biblia

Vivimos en un tiempo en que toda clase de información da la vuelta al mundo a una velocidad vertiginosa. Sin embargo, la gran mayoría de ...
El peregrino ruso

El peregrino ruso

  Por la gracia de Dios soy hombre y soy cristiano; por mis actos, gran pecador; por estado, peregrino de la más baja condición, andando siempre ...
El magisterio de la Iglesia

El magisterio de la Iglesia

El llamado Símbolo Apostólico se compone esencialmente: 1.º, de una parte trinitaria: tres artículos en que se profesa la fe en las tres divinas Personas; ...
Los Sagrados Corazones de Jesús y de María

Los Sagrados Corazones de Jesús y de María

No es justo separar dos realidades que Dios ha unido tan estrechamente con los lazos más fuertes de la naturaleza, de la Gracia y de ...
Las exclamaciones del alma a Dios

Las exclamaciones del alma a Dios

¡Oh vida, vida!, ¿cómo puedes sustentarte estando ausente de tu Vida? En tanta soledad, ¿en qué te empleas? ¿Qué haces, pues todas tus obras son ...
Los hizo varón y mujer

Los hizo varón y mujer

El amor humano matrimonial es una de las maravillas salidas de las manos de Dios. Es la unión de un hombre y una mujer para ...
Nuestra Señora del Buen Suceso

Nuestra Señora del Buen Suceso

Era el año 1563. En la Provincia vasca de Vizcaya, cerca de la frontera con Francia. En una familia aristocrática de España, Mariana Francisca de ...
Matrimonios Felices

Matrimonios Felices

En este libro deseo hablar sobre el matrimonio, dando esperanza a todos los que se embarcan en esta vocación. Se puede ser feliz en la ...
La Fortaleza de los Débiles

La Fortaleza de los Débiles

LA buena nueva que Jesús de Nazaret anunció hace veinte siglos, sigue desafiando en su sencillez la lógica de los hombres. ¿En qué cabeza cabe ...
Sobre la música

Sobre la música

1. San Agustín y las «disciplinas» Por el mismo tiempo en que estuve en Milán, dispuesto a recibir el bautismo, hice también el intento de ...
Educar el carácter

Educar el carácter

Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú ...
Demostración de la Predicación Apostólica

Demostración de la Predicación Apostólica

EL DOCUMENTO Y SU VALOR Es un hecho notable, y mucho que lamentar, que ninguna de las obras de San Ireneo, el más grande teólogo ...
San Pío de Pietrelcina y su ángel custodio

San Pío de Pietrelcina y su ángel custodio

  San Pío de Pietrelcina es un santo místico y estigmatizado que tuvo una comunicación frecuente y familiar con su ángel custodio. Es por esto ...
Desde el fin de la primera pascua hasta la prisión de Juan Bautista Tomo V

Desde el fin de la primera pascua hasta la prisión de Juan Bautista Tomo V

Desde Betania, donde Jesús estuvo algún tiempo como oculto, se dirigió al bautisterio, cerca de Ono. Los arreglos que allí se habían hecho los custodiaba ...
Santo Tomás de Villanueva El limosnero de Dios

Santo Tomás de Villanueva El limosnero de Dios

Santo Tomás de Villanueva fue un santo agustino del siglo XV-XVI a quien Dios regaló muchos carismas y dones sobrenaturales, pero lo que más lo ...
Católico defiende tu fe

Católico defiende tu fe

Con frecuencia, nos visitan hermanos de otras religiones. ¿Qué debemos hacer? En primer lugar, si estamos preparados, procurar, con el celo de Dios, convertirlos a ...
Educar: Exigencia y Pasión

Educar: Exigencia y Pasión

La orfandad en la que vive inmersa la cultura contemporánea aviva la necesidad del reencuentro con el Padre. Los que procuramos vivir cada día en ...
Tratado del purgatorio de Santa Catalina de Génova

Tratado del purgatorio de Santa Catalina de Génova

Esta alma santa, viviendo todavía en la carne, se encontraba puesta en el purgatorio del fuego del divino Amor, que la quemaba entera y la ...
En las manos de Dios

En las manos de Dios

«Fe. El día en que vivamos esta virtud —confiando en Dios y en su Madre—, seremos valientes y leales. Dios, que es el Dios de ...
Juan Pablo II El Grande

Juan Pablo II El Grande

La vida de Juan Pablo II es una vida fascinante. Por eso, se le ha empezadoa llamar el Grande (Magno). Fue un hombre de fe ...
Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

He aquí la fuente de todo bien, Jesús en el Santísimo Sacramento, el cual nos dice: Quien tenga sed, venga a mí. ¡Oh, cuán abundante ...
Teresa Neumann

Teresa Neumann

La vida de Teresa Neumann es una de las grandes maravillas que Dios ha realizado en la tierra. Jesús la hizo participar de los dolores ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta