Beata Ana Catalina Emmerich
EL MISTERIO DE INIQUIDAD
Vi diferentes partes de la tierra: mi guía me nombró Europa y, mostrándome un rincón arenoso, me dijo estas importantes palabras: – He aquí la Prusia enemiga. El me enseño a continuación un punto más al norte diciendo: – He aquí la Moscovia trayendo con ella muchos males. (AA.III.133)
Los habitantes eran de un orgullo inusitado. Vi que se armaban y que se trabajaba por todos los lados. Todo era sombrío y amenazante
Vi ahí a San Basilio y a otros. Vi sobre el castillo de tejados relucientes, al maligno que se sostenía en las agujas
Vi que de entre los demonios encadenados por Cristo, cuando su descenso a los infiernos, algunos estaban sueltos, desde no hace mucho y habían suscitado esta secta. Vi que otros serán soltados de dos generaciones en dos generaciones. (19 octubre 1823).
Ella vio (habla Brentano; el transcriptor) con sus terribles consecuencias, las medidas que los propagadores de las luces tomaban por todas partes por donde llegaban al poder y a la influencia, para abolir el culto divino así como todas las prácticas y los ejercicios de piedad, o para hacer de estos algo tan vano como lo eran las grandes palabras de luz, de caridad de espíritu, bajo las cuales ellos se ocultaban a si mismos y a los demás el vacío desolador de sus asuntos en los que Dios no estaba para nada. (AA.III.161)