El Purgatorio: Una Revelación Particular
Anónimo
Presentación
El lector se verá sin duda sorprendido por la claridad y la sobriedad de este relato sobre el purgatorio, una de cuyas características principales es hacer resaltar el aspecto luminoso de este misterio y es particularmente feliz porque «podemos sacar del Purgatorio más consolación que temor» (Cardenal Journet), El Purgatorio es un don del corazón herido del Cordero, donde la Misericordia envuelve a la Justicia; su contemplación debe ser fuente de acción de gracias y de alabanza; debemos evitarlo no por temor servil, sino por «agradar a Dios» (Santa Teresa de Lisieux).
Hacemos algunas advertencias, sobre este relato:
Para ofrecer a los lectores enseñanzas provechosas para todos, se ha suprimido, con el acuerdo de teólogos entendidos, todo lo que podía desviar la mirada de lo esencial; también se han descartado los pasajes concernientes a la personal del autor; el cual, por consejo de su padre espiritual ha preferido permanecer en el anonimato.
El texto se ha redactado en forma de hojas clasificadas cronológicamente y para facilitar su comprensión, se ha dividido en tres partes: en la primera, se ha reagrupado todo lo que concierne a la meta de las revelaciones particulares y a la manera de sacar provecho de ellas. En la segunda, se han unido, según un orden sistemático, las enseñanzas de carácter más doctrinal, que forman de alguna manera un Tratado del Purgatorio. La tercera y última parte, está consagrada a algunas manifestaciones de las Almas del Purgatorio. El orden seguido no respeta estrictamente la sucesión cronológica del relato, en la medida en que se ha visto a veces claramente la conveniencia de reagrupar comunicaciones sobre algún tema común.
Debido a la profundidad del texto publicado, ha sido indispensable añadir notas para hacer más claros algunos pasajes. Estas notas se inspiran sobre todo en la enseñanza de Santo Tomás de Aquino en la cual la Iglesia reconoce «la expresión particularmente elevada, completa y fiel, tanto de su Magisterio como del Sensus Fidei de todo el Pueblo de Dios».
Gracias por esta biblioteca