San Josemaría Escrivá de Balaguer, Mi Madre la Iglesia
Miguel Dolz
Prefacio
«¡Santa, Santa, Santa!, nos atrevemos a cantar a la Iglesia, evocando el himno en honor de la Trinidad Beatísima. Tú eres Santa, Iglesia, Madre mía, porque te fundó el Hijo de Dios, Santo; eres Santa, porque así lo dispuso el Padre, fuente de toda santidad; eres Santa, porque te asiste el Espíritu Santo, que mora en el alma de los fieles, para ir reuniendo a los hijos del Padre, que habitarán en el Iglesia del Cielo, la Jerusalén eterna».
Las citas de san Josemaría Escrivá de Balaguer en que habla de «mi Madre la Iglesia» podrían multiplicarse en abundancia y seleccionarse de todas las épocas de su larga vida sacerdotal/documental. Baste ésta, tan rotunda y teologal, como botón de muestra. En sus labios, «mi Madre la Iglesia» resultaba ser siempre una expresión cariñosa, familiar, entrañable: la propia de un buen hijo, que ama a su madre por ser quien es, pase lo que pase. De ahí que ese «mi Madre la Iglesia», más que el enfoque o el hilo conductor del libro, quiera ser el decantado vital y ejemplar de esta breve biografía del fundador del Opus Dei.
Una advertencia. Desde la muerte de san Josemaría, acaecida en Roma el 26 de junio de 1975, muchas son las obras publicadas sobre su persona y sobre el Opus Dei, desde semblanzas biográficas a ponderados estudios. No es intención de este libro añadir nada a la investigación histórica, sino contribuir a un mejor conocimiento de un personaje cuya importancia en la historia reciente de la Iglesia emerge cada día con mayor claridad.
Las citas transcritas se han tomado de obras publicadas. Para no apesadumbrar la lectura se ha preferido no mencionar una por una las fuentes correspondientes, sino remitir a una bibliografía esencial al final del libro, en la que el lector también podrá encontrar la mayor parte de los episodios aquí narrados.
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