Nicky Eltz
Entrevista a María Simma
PREFACIO
Querido lector:
Tienes en tus manos un libro extraordinariamente interesante. Habla del mundo del más allá. Ofrece consejos, pide ayuda y da respuestas. Habla de la vida, de nuestra vida aquí en la tierra y de las posibles consecuencias que dependen de cómo la hayamos vivido. Nos dice que hay una diferencia entre ser humildes, caritativos, buenos, agradecidos, leales y honestos y ser orgullosos, fríos, malos, despiadados, traidores y poco honrados. Al morir, nuestras acciones no quedan olvidadas sino que se recordarán con toda claridad. En este libro no se habla solamente del castigo (o mejor dicho de la purificación), sino también de su duración y de mucho más.
Te preguntarás: ¿Todo esto es posible?
En la iglesia católica se habla de un estado transitorio al que tradicionalmente se le ha llamado purgatorio. Aunque existen diferentes teorías, es algo muy serio ya que necesitamos ese estado para presentarnos puros y limpios ante Dios.
Además, dentro de la tradición de la Iglesia se acepta el que algunos místicos hayan tenido experiencias con las ánimas del purgatorio, semejantes a las vividas por María Simma. No se trata de un fenómeno completamente desconocido, si bien resulta difícil hablar y creer en estas cosas, especialmente en nuestros días en los que triunfa un racionalismo excesivo, en los que el peligro radica en creer solo aquello que se puede medir y comprender con las leyes y las medidas físicas. Si, además, a esta mentalidad de querer medirlo todo se añade el ateísmo, que es la negación completa del más allá, resulta claro que tenemos un libro muy interesante y de contenido muy rico. Y cuando, junto a todo lo demás, descubrimos que el estilo del autor está lleno de expresiones e imágenes llenas de vida, y que muestra una gran imaginación al hacer las preguntas, será un verdadero placer leerlo.
Aunque, como teólogo, me quedan preguntas sobre algunas de las respuestas que se dan, todas mis dudas personales han desaparecido una vez que pude conocer y hablar con María Simma. Ella es sincera. Sus ojos y la expresión de su rostro revelan un profundo respeto y una sana confianza. Ella se ha purificado con los mismos sufrimientos que le piden del más allá, que acepta siempre libremente, viviendo en un clima de paz profunda.
La voz de María es como una lluvia de primavera que reverdece el campo y hace crecer el deseo inmediato de trabajar con ella y ayudar a quienes sufren. Después de hablar con ella me sentí como un joven, con muchas preguntas y ninguna respuesta. Aconsejado por María, este joven comenzó a rezar y tras hacerlo dijo: “Ya no tengo más preguntas que me atormenten a pesar de no haber recibido ninguna respuesta. Hay paz y alegría en mi corazón”.
¡Querido lector!
Es mi deseo que, a través de la lectura de este libro, te abras al mundo del más allá; entonces creerás también que puedes ayudar a aquellos hermanos y hermanas que sufren y decidirte, por aquel amor que no conoce fin, a hacer de esta ayuda nuestro deber. Al final de todo descubriremos, ya seamos creyentes o no creyentes, que la vida resulta verdaderamente digna de ser vivida solo si se ama y si se sirve por amor.
Padre Slavko Barbaric, OFM Secretaría parroquial, Medjugorje República de Bosnia-Herzegovina 1 de julio de 1993