Se hace tarde y anochece

Cardenal Robert Sarah

POR DESGRACIA, JUDAS ISCARIOTE

«Si estos callan, gritarán las piedras» (Lc 19, 40).
«Un traidor es alguien que jura y miente».
Macbeth, William Shakespeare

¿Por qué tomar de nuevo la palabra? En mi último libro os invitaba al silencio. Pero ya no puedo seguir callando. No debo seguir callando. Los cristianos están desorientados. Día tras día recibo de todas partes llamadas de socorro de quienes ya no saben qué creer. Día tras día recibo en Roma a sacerdotes descorazonados y heridos. La Iglesia vive una noche oscura. Está envuelta y cegada por el misterio de la iniquidad.

A diario nos llegan noticias estremecedoras. No pasa una sola semana sin que salga a la luz algún caso nuevo de abuso sexual. Cada una de esas revelaciones desgarra nuestros corazones de hijos de la Iglesia. Como decía san Pablo VI, nos invade el humo de Satanás. La Iglesia, que debería ser un espacio de luz, se ha convertido en un antro de tinieblas. Debería ser un hogar seguro y apacible ¡y se ha convertido en una cueva de ladrones! ¿Cómo podemos tolerar que entre nosotros, en nuestras propias filas, se hayan infiltrado depredadores? La conducta diaria de muchos sacerdotes fieles es la de pastores solícitos, padres llenos de ternura y guías sólidos. Pero algunos hombres de Dios se han convertido en agentes del demonio. Han querido mancillar el alma de los más pequeños. Han degradado la imagen de Cristo presente en cada niño.

Sacerdotes del mundo entero se han sentido vejados y traicionados por tanta abominación. La Iglesia vive, al igual que Jesús, el misterio de la flagelación. Su cuerpo está desgarrado. ¿A quién culpar de los golpes? ¡A los mismos que deberían amarla y protegerla! Sí, me atrevo a tomar prestadas las palabras del papa Francisco: el misterio de Judas se cierne sobre nuestro tiempo. Los muros de la Iglesia rezuman el misterio de la traición. Así lo demuestran del modo más abominable los abusos a menores. Pero hay que tener el coraje de enfrentarse cara a cara a nuestro pecado: esa traición la han forjado y la han causado muchos otros menos visibles, más sutiles pero igual de penetrantes. Llevamos mucho tiempo viviendo el misterio de Judas. Las razones de lo que ahora está saliendo a la luz son muy hondas y hay que tener el valor de denunciarlas abiertamente. La crisis que viven el clero, la Iglesia y el mundo es fundamentalmente una crisis espiritual, una crisis de fe. Vivimos el misterio de la iniquidad, el misterio de la traición, el misterio de Judas.

Permitidme reflexionar con vosotros sobre la figura de Judas. Jesús llamó a Judas igual que al resto de los apóstoles. ¡Jesús lo amaba! Lo envió a anunciar la Buena Nueva. Pero, poco a poco, del corazón de Judas fue apoderándose la duda. Sin dar señales de ello, empezó a juzgar la enseñanza de Jesús. Se dijo: este Jesús es demasiado exigente, poco eficaz. Judas quiso traer al mundo el Reino de Dios sin dilación, empleando medios humanos y conforme a sus propios planes. No obstante, había escuchado decir a Jesús: «Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, mis caminos» (Is 55, 8). Pero Judas se alejó. Dejó de escuchar a Cristo. Dejó de acompañarlo en esas largas noches de silencio y oración. Se refugió en los asuntos del mundo. Se ocupó de la bolsa, del dinero y del comercio. El mentiroso continuó siguiendo a Cristo, pero ya no creía en Él. Protestaba entre dientes. La tarde del jueves santo el Maestro lavó sus pies. Muy endurecido debía de estar su corazón para no dejarse conmover. El Señor se arrodilló ante él como un humilde criado y lavó los pies de quien iba a entregarlo. Jesús posó sobre él por última vez su mirada llena de ternura y de misericordia. Pero el diablo ya había penetrado en el corazón de Judas y este no bajó los ojos. Seguramente pronunció en su interior las palabras de toda rebelión: non serviam, «no serviré». Sin renunciar a sus planes, comulgó durante la cena. Fue la primera comunión sacrílega de la historia. Y cometió traición.

Judas será eternamente el nombre del traidor, y su sombra se cierne hoy sobre nosotros. Sí, ¡también nosotros hemos cometido traición! Hemos abandonado la oración. Por todas partes se ha filtrado el mal del activismo eficaz. Queremos imitar la estructura de las grandes empresas. Olvidamos que únicamente la oración es la sangre que puede irrigar el corazón de la Iglesia. Decimos que no hay tiempo que perder. Queremos dedicar ese tiempo a labores sociales útiles. Quien deja de rezar ya ha cometido traición. Está predispuesto a cualquier compromiso con el mundo. Ha tomado el camino de Judas.

Nos permitimos cuestionarlo todo. Se pone en duda la doctrina católica. Apelando a posturas supuestamente intelectuales, los teólogos se dedican a desmontar los dogmas, vaciando la moral de su significado más hondo. El relativismo es la máscara de Judas disfrazado de intelectual. ¿Qué sorpresa nos puede provocar enterarnos de que hay tantos sacerdotes que rompen sus compromisos? Relativizamos el significado del celibato, reivindicamos el derecho a tener vida privada, algo contrario a la misión del sacerdote. Algunos llegan incluso a reclamar el derecho a conductas homosexuales. Se suceden los escándalos entre los sacerdotes y entre los obispos.

El misterio de Judas se propaga. Por eso quiero decirles a todos los sacerdotes: manteneos fuertes y firmes. Sí, por culpa de algunos ministros, os etiquetarán a todos de homosexuales. Arrastrarán por el fango a la Iglesia católica. La presentarán como si solo estuviera formada por sacerdotes hipócritas y ávidos de poder. No se inquiete vuestro corazón. El viernes santo acusaron a Jesús de todos los crímenes del mundo y Jerusalén gritó: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». Pese a las encuestas tendenciosas que ofrecen un panorama desolador de eclesiásticos irresponsables y con una vida interior anémica al mando del gobierno de la Iglesia, manteneos serenos y confiados, como la Virgen y san Juan al pie de la cruz. Los sacerdotes, los obispos y los cardenales sin moral no empañarán el testimonio luminoso de los más de cuatrocientos mil sacerdotes fieles del mundo entero que, día tras día, sirven santa y gozosamente a su señor. Pese a la violencia de los ataques que pueda sufrir, la Iglesia no morirá. Esa es la promesa del Señor y su palabra es infalible.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Dios o nada

Dios o nada

«Dios anda por caminos hondos». Padre Jéróme, Car toujours dure longtemps... Hay encuentros radicales que cambian en parte nuestro modo de mirar. El mío con ...
La fuerza del silencio

La fuerza del silencio

¿Por qué ha querido el cardenal Sarah dedicar un libro al silencio? Hablamos por primera vez de este gran tema en abril de 2015. Volvíamos ...
Isaías 40-55. El desierto florecerá

Isaías 40-55. El desierto florecerá

Hace algún tiempo se me ocurrió que los capítulos 40-55 del libro del profeta Isaías -que se suele conocer como Deuteroisaías o Segundo Isaías- podían ...
El Camino del Perdón

El Camino del Perdón

La tarde del 5 de julio de 1902, agonizaba en un hospital de la ciudad de Nettuno una jovencita llamada María Goretti. Su agonía había ...
Nueve caminos para seguir viviendo

Nueve caminos para seguir viviendo

Si miramos alrededor, podemos encontrarnos con muchos hombres y mujeres tristes y deprimidos. De hecho, las personas mayores suelen decir que antes la gente era ...
Nacido Fundamentalista, Nacido De Nuevo Católico

Nacido Fundamentalista, Nacido De Nuevo Católico

Ésta es en si misma una historia personal, que comencé a escribir sin ninguna intención de dejar que la leyeran desconocidos. Mi propósito original era ...
Escritores conversos

Escritores conversos

En 1905, el joven G. K. Chesterton publicaba Herejes, un libro de ensayos en el que, por primera vez, se enfrentaba a muchos de sus ...
Vida y misterio de Jesús de Nazaret, II. El mensaje

Vida y misterio de Jesús de Nazaret, II. El mensaje

Pero ellos no entendían lo que les decía y no se atrevían a hacerle preguntas (Mc 9,32). El primer volumen de esta obra se cerraba ...
Los orígenes históricos del cristianismo

Los orígenes históricos del cristianismo

Desde el año 1994 existe en la Universidad Complutense una Cátedra de Teología gracias al acuerdo firmado entre el Rectorado de dicha universidad y el ...
El signo del exorcista

El signo del exorcista

Nunca dejo de preguntarme: ¿qué le ha pasado a nuestra Europa católica? Soy viejo, pero no tanto como para olvidar aquella fe vivida cuando las ...
Vida de Cristo

Vida de Cristo

Una vida de Nuestro Señor Jesucristo no puede ser otra cosa que la trama de los cuatro Evangelios y algunas páginas del Nuevo Testamento, colocada ...
Razones para vivir

Razones para vivir

Y van… cuatro. Cuando, hace ahora cuatro años, firmé la introducción de «Razones para el amor» me prometí a mis lectores que aquélla era la ...
Cuentos Rodados

Cuentos Rodados

Queridos muchachos: Tal vez ustedes no sepan lo que es un laque. Así llaman los araucanos mapuches a la piedra de la boleadora. Cuando la ...
Las adicciones: una visión antropológica

Las adicciones: una visión antropológica

Un artículo firmado por Jesús Cornejo, en La Nación del 7 de mayo de 2009, señalaba que “en la provincia de Buenos Aires, durante 2008, ...
La fuerza de La Cruz

La fuerza de La Cruz

El día más santo del año para el pueblo judío —el Yom Kippur, o día de la "Gran expiación"—, el sumo sacerdote, llevando la sangre ...
Oraciones para rezar en la Hora Santa

Oraciones para rezar en la Hora Santa

¡Señor mío y Dios mío Jesucristo! adoro reverentemente tu corazón inflamado de amor y herido por nuestros pecados, quiero ratificar cada día mi consagración bautismal ...
Razones para la alegría

Razones para la alegría

Me pregunto si la mañana de hoy es, precisamente, la ideal para escribir el prólogo de un libro que se titula Razones para la alegría ...
La Victoriosa Reina del Mundo

La Victoriosa Reina del Mundo

Sor María Natalia de las Hermanas de santa Ma. Magdalena nació en 1901 cerca de Pozsony, en la actual Eslovaquia. Sus padres eran artesanos de ...
La sombra del Padre

La sombra del Padre

PRIMERA PARTE. LA ESPOSA El ardor del sol meridiano, embutido en la estrecha calleja, se hacía espeso. Las paredes encaladas cegaban con su blanco resplandor ...
Los Siete Sacramentos

Los Siete Sacramentos

En el Bautismo, el individuo es “hundido” en los méritos de Jesús, y muere al hombre puramente carnal para resucitar siendo un hombre espiritual. En ...
Habla un exorcista

Habla un exorcista

  Me es muy grato formular aquí algunas observaciones para predisponer a la lectura del libro del padre Gabriele Amorth, desde hace varios años valioso ayudante mío ...
Poesías de Santa Teresita de Jesús

Poesías de Santa Teresita de Jesús

Tú eres, Jesús, la flor que acaba de entreabrirse, contemplando aquí estoy tu despertar primero. Tú eres, Jesús, la encantadora rosa, el capullito fresco, gracioso ...
Todo es gracia: En el corazón de la vida cristiana

Todo es gracia: En el corazón de la vida cristiana

La palabra gracia es muy utilizada en el lenguaje de la Iglesia, pero si saliéramos a la calle y preguntáramos a los fieles cristianos qué ...
Los vicios de la impureza

Los vicios de la impureza

El engaño de aquellos que dicen que los pecados contra la pureza no son un gran mal   El incasto dice por tanto que los ...
Razones para nuestra esperanza

Razones para nuestra esperanza

  Con sobrados motivos de satisfacción, me dispongo a prologar la presente exposición y defensa de las principales verdades de la fe católica. Hoy en ...
¡El Infierno es Eterno!

¡El Infierno es Eterno!

  Querido lector, tiene usted en sus manos un libro, que puede llegar a salvar miles de almas. Nuestro Señor Jesucristo hablo claramente del infierno, ...
La Divina Comedia

La Divina Comedia

A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado. ¡Cuán dura cosa es decir cuál era ...
Contrato del hombre con Dios mediante el bautismo

Contrato del hombre con Dios mediante el bautismo

A la Congregación de la Iglesia Santa Brígida, Falls of Schnylkill: Mientras nuestro prójimo últimamente ha sido el teatro de una enojosa controversia por el ...
Al encuentro de la vida

Al encuentro de la vida

Nuestra condición de peregrinos pertenece a este mundo que pasa. Caminamos, a través del encuentro con nosotros mismos, hacia el encuentro con Dios. Caminamos. «Hacemos ...
Alfonso María de Ligorio: Maestro de la oración y de la misericordia

Alfonso María de Ligorio: Maestro de la oración y de la misericordia

El libro que aquí presentamos, ya publicado en alemán y en portugués, aparece ahora en traducción española en el marco del Jubileo de la Misericordia ...
Los signos de los tiempos

Los signos de los tiempos

Finalmente “la historia de la salvación” de la humanidad, está por llegar a su fin. Desde la caída del hombre hasta su restauración por medio ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta