Tercer abecedario espiritual
Fray Francisco de Osuna
PRÓLOGO
Habiendo medianamente concluido las dos partes, es menester que para el tercer libro me sea dado nuevo favor de la beatísima Trinidad, a quien todos tres se ofrecen; porque sin él no digo escribir más, ni aun amar no se puede aqueste santo ejercicio que aquí se trata; de manera que amar solamente aqueste ejercicio del recogimiento no es sino don de Dios; porque aun el deseo de la sabiduría (Sab 6,21) se dice que lleva al reino perdurable, lo cual parece convenir a sólo ella. Nunca creo que está solo el amor del recogimiento sin algún otro bien; ni parecer el menos bueno está sin otros errores (Lc 10,20).
Aquesta vía en que ninguna criatura se ha de saludar admitiéndola en el corazón, bien conocemos que no es para todos; mas pues que nuestro Señor Dios lleva algunos por ella, y también otros con sólo desearla de todas entrañas se han hallado en ella, y otros que siempre se esfuerzan a lo más escondido, la buscan menos discretamente que deben, y también que muchos santos escribieron de ella para consuelo de los que la siguiesen; por estas causas y otras muchas es muy loable traer esto a la memoria, y también porque aquí como en cosa más sutil suelen los no avisados errar con más peligro, y de hecho han errado muchos, no por seguir el recogimiento, sino porque, pensando que lo seguían, se apartaron de él a otras sendillas algo deleitosas, no mirando los documentos que acerca de esto escribieron los santos para las evitar, los más de los cuales se contienen en aqueste Abecedario, según en la glosa se verá.
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