Ángel Peña Benito O.A.R.
INTRODUCCIÓN
Vivimos tan inmersos y preocupados por las realidades temporales de este mundo que nos olvidamos fácilmente de las realidades espirituales. Muchos hombres actuales ya no creen en los ángeles como tampoco quieren creer en muchas verdades de nuestra fe católica; incluso, se atreven a no creer en la existencia de Dios. El problema no es que el sol de Dios se haya oscurecido, sino que ellos han cerrado sus ojos para no verlo. De la misma manera, el problema no es que los ángeles hayan desaparecido ante el avance de la ciencia, sino que la falta de fe de muchos de nuestros contemporáneos, no les permite verlos. Sin embargo, la existencia de los ángeles es una verdad de fe y, como tal, debemos aceptarla, porque nunca va cambiar. Además, los ángeles custodios son nuestros compañeros inseparables y debemos aprovechar su ayuda para el peligroso camino, lleno de tentaciones y dificultades, que debemos recorrer en nuestra vida.
En muchos países existe un servicio de asistencia espiritual, llamado “la voz amiga”. Cuando una persona se siente sola y triste, puede llamar a ese teléfono para recibir consuelo. Pues bien, cuánto consuelo y paz podríamos recibir en cada momento, si pensáramos, seriamente convencidos, de que tenemos a nuestro lado este ángel, enviado por Dios, para nuestra custodia y protección.
Dedico este libro a todos aquellos que tienen aspiraciones de santidad y desean conocer y amar cada día más a este amigo inseparable, compañero fiel y guardián de nuestras vidas.