P. Miguel Ángel Keller Agustino
Tu amigo Agustín
Sí, yo soy Agustín de Hipona. Me llaman así porque fui obispo de la ciudad de Hipona, al norte de África, que formaba entonces parte del gran imperio romano.
Me representan en las imágenes, cuadros y estampas, con un libro o un corazón en la mano, porque las dos grandes ilusiones de mi vida fueron encontrar la verdad y el amor. Como amigo tuyo, quiero contarte ahora mi vida. Lee con atención.
Nací en el África romana, en una pequeña ciudad que entonces se llamaba TACASTE y hoy se llama Souk-Ahras (Argelia). Mi nacimiento fue el día 13 de noviembre del año 354, hace ya mucho tiempo ¿verdad?
Mi familia no era rica, aunque tenía una casa, algunas pequeñas tierras y una viña. Mi padre se llamaba Patricio y trabajaba en el ayuntamiento de mi pueblo. No era cristiano, pero fue siempre bueno y cariñoso conmigo, preocupándose mucho de que no me faltara nada y de que pudiese estudiar.
Mi madre, en cambio, era una buena cristiana. Tanto que la Iglesia la ha reconocido como santa: Santa Mónica. Desde niños sembró en mi corazón y en el de mis dos hermanos —que se llamaban Navigio y Perpetua— el nombre de Jesús. Nos quería mucho y nos enseñó a rezar. Yo también la quería mucho, aunque algunas veces no me porté bien con ella y le di algunos disgustos.
Pero todo eso te lo seguiré contando después.