Vida de San Antonio de Padua (Ilustrado)
Fray Antonio Corredor García O.F.M.
Vida de San Antonio de Padua
En el palacio de Don Martín de Bullón y Doña Teresa de Tavera que se alzaba muy cerca de la catedral, en Lisboa, reinaba gran alegría.
Era el 15 de agosto de 1195, festividad de la Asunción de Nuestra Señora. En aquel cristiano hogar había nacido un niño, a quien llamaron Fernando, el cual, andando el tiempo, había de ser el famoso San Antonio de Padua.
Su madre le enseñó a pronunciar el nombre de María, y a cantar, ya mayorcito, el himno: « ¡Oh, gloriosa Señora!»
Así, cuando contaba sólo cinco años, ante una imagen de la Virgen, le consagró su cuerpo, haciendo voto de virginidad.
Ingresó luego en la Escuela de la Catedral, dando ejemplo de toda clase de virtudes.
Estudiaba, pensaba en Dios, ayudaba a misa y cantaba en el coro las alabanzas divinas.
Envidioso el diablo de tanta inocencia, se le apareció un día en forma espantosa, a ver si lo apartaba de la vida de piedad.
Hizo el niño la señal de la Cruz sobre el mármol y allí quedó grabada para siempre. La visión infernal había desaparecido
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