Diario de un escritor

Fiódor Dostoyevski

Introducción

El lunes 26 de enero de 1881 Vera, una de las hermanas de Dostoyevski, llegó de visita a casa del escritor. En medio de la cena, con escaso tacto y sin apenas circunloquios, aludió a un asunto enojoso que había enfrentado a todos los hermanos y había acabado en los tribunales de justicia, donde por fin se había dictado sentencia, después de diez años de litigios y enfrentamientos. La causa de las desavenencias había sido una cuantiosa herencia dejada por una tía y su posterior reparto. Las hermanas habían mandado a Vera como una especie de intermediaria, encargada de recordar al escritor las cantidades económicas que estaba obligado a desembolsar en compensación por la extensa propiedad que había recibido. A Dostoyevski no le gustaba que se hablara en la mesa de cuestiones de dinero, y menos de un asunto tan delicado y espinoso; poco a poco los ánimos de todos los comensales fueron soliviantándose y la discusión subiendo de tono. En un momento determinado, harto de contender y disputar, Dostoyevski se levantó de su silla y se encaminó a su despacho. A poco de entrar, sintió que tenía las manos húmedas. Cuando se las miró, se dio cuenta de que estaban cubiertas de sangre: la tensión y el acaloramiento de la discusión le habían producido una hemorragia.

Al cabo de algún tiempo, estando presente ya el médico, sobrevino una segunda hemorragia, esta vez tan violenta que el escritor acabó perdiendo el sentido. Acudieron varios facultativos, pero era evidente que ya no se podía hacer nada por el enfermo. Cuando recobró el conocimiento, Dostoyevski pidió a su mujer que llamara a un sacerdote, pues quería confesarse y comulgar. A continuación, recibió a sus hijos, a quienes bendijo y rogó que vivieran en paz. Luego suplicó a su mujer que leyera la historia del hijo pródigo y, una vez concluida la lectura, les dijo a sus hijos, a modo de enseñanza, que los quería con toda el alma, pero que, por muy grande que fuera su amor, no era nada comparado con el que les profesaba Dios: «Vosotros sois sus hijos, de modo que humillaos ante Él igual que el hijo pródigo se humilló ante su padre. Solicitad Su perdón, y Él se alegrará, como el padre se alegró del hijo pródigo».

La noche del 28 de enero, después de una nueva hemorragia, el escritor pidió a su esposa que fuera a buscar el Nuevo Testamento. Era el mismo ejemplar, ya viejo y desgastado, que muchos años antes había recibido de manos de las mujeres de los decembristas, camino de Siberia. Según el testimonio de su hija, «Dostoyevski no quiso separarse nunca de su viejo Evangelio del presidio, de ese amigo fiel que le había consolado durante el periodo más triste de su vida. Lo llevaba en sus viajes, lo guardaba en un cajón de su escritorio, al alcance de la mano. Mi padre adquirió la costumbre de consultarlo en los momentos importantes de la vida. Abría el Evangelio al azar, leía las primeras líneas que le venían a los ojos y las consideraba una respuesta a sus dudas». Lo mismo hizo en esa ocasión crítica: abrió el libro al azar y leyó un pasaje del Evangelio según san Mateo que acabó de convencerle de que su muerte era inminente e inevitable. Por la tarde de ese mismo día el pulso del escritor fue debilitándose cada vez más y a las 8:38 de la noche su corazón dejó de latir.

El destino había dispuesto que Los hermanos Karamázov, su última gran novela, y el Diario de un escritor se convirtieran en una suerte de testamento espiritual. No había sido ésa la intención de Dostoyevski, que seguía concibiendo planes y bocetos narrativos. Nunca pensó que ésas iban a ser sus últimas obras —¿qué escritor sabe cuál va a ser su última obra?—, pero su trayectoria literaria estaba cerrada, concluida y nada podía ya añadirse. Los hermanos Karamázov quedaría como estaba, sin la proyectada segunda parte, y el Diario de un escritor, que a lo largo de los últimos años le había servido de vehículo para la expresión de sus opiniones sobre los asuntos más dispares e imprevisibles, se convertiría en un texto clave para indagar en su pensamiento, en sus motivaciones más íntimas, en su ideología política y social, en sus sentimientos, sus temores y sus esperanzas; en suma, en su libro más personal, más definitorio, y a la par más extraño y desconocido.

Se ha escrito a veces que el Diario es el libro de Dostoyevski en el que encuentran su plasmación más contundente las convicciones reaccionarias y xenófobas del autor. Es verdad. Pero no es toda la verdad. Se aprecian siempre en Dostoyevski como dos planos: uno más directo y tajante, que se expresa con la mayor precisión y elocuencia; y otro más oblicuo y alusivo que se expone siempre a través de una voz interpuesta, la literatura, la narración, la pantalla de un personaje ficticio. El pensamiento de Dostoyevski nunca es unívoco. Se diría que en lo más profundo de su ser le asaltaran dudas e interrogantes; que, a pesar de su tenacidad e insistencia, no estuviera del todo seguro de sus postulados. Las ideas explícitas de Dostoyevski son muy claras y lineales —un nacionalismo exaltado que cae de lleno en el chovinismo, un desprecio sin paliativos por la ciencia y por cualquier adelanto técnico, una defensa encarnizada de la autocracia más retrógrada, una idea mesiánica del destino y la misión de Rusia, un rechazo a ultranza de todo lo extranjero, un antisemitismo furibundo, una fe ciega en la verdad del pueblo y en la que predicará a todas las naciones de Europa—; no lo son tanto las que culebrean y se insinúan en el fondo de su conciencia y que le impiden hallar reposo y sosiego.

Hay una anécdota que ilustra a la perfección la dualidad entre ese mundo seguro y firme que Dostoyevski pretendía crearse y la inquietud y la desazón que laten en su interior. En una ocasión, durante su prolongada estancia en Europa en compañía de su segunda esposa, Anna Grigórievna, se desplazó a Basilea para contemplar un cuadro de Holbein el Joven, el Cristo muerto. Anna Dostoiévskaia nos ha dejado una descripción de ese momento: «Se trataba de un cuadro de Hans Holbein que representaba a Cristo después del martirio inhumano, ya desclavado de la Cruz y en proceso de descomposición. La visión de ese rostro tumefacto, lleno de heridas sanguinolentas era terrible. El cuadro causó una honda impresión a Dostoyevski y lo dejó muy abatido. Yo, más débil, no pude resistir mucho tiempo y pasé a otra sala. Cuando regresé, al cabo de unos veinte minutos, encontré a mi marido delante del cuadro, incapaz de dejar de mirarlo. En su rostro lleno de horror leí la misma expresión que ya había advertido más de una vez cuando se acercaba una crisis de epilepsia». El dictamen de Dostoyevski fue inapelable: «Un cuadro así puede inducirnos a perder la fe». Más tarde pondría esas palabras en boca del príncipe Mishkin, en El idiota.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Noches blancas

Noches blancas

Era una noche maravillosa, una de esas noches que quizá sólo vemos cuando somos jóvenes, querido lector. Había un cielo tan profundo y tan claro ...
Crimen y castigo

Crimen y castigo

Escrita en 1866, conserva todo su valor. Es una de las más grandes novelas de la literatura universal. Narra la experiencia del joven Rodion Raskolnicov ...
El Doble

El Doble

Hay obras literarias cuyo sentido y alcance no son captados en la época de su publicación, sino largo tiempo después, cuando cambios en el ambiente ...
Los hermanos Karamázov

Los hermanos Karamázov

Al comenzar la biografía de mi héroe, Alekséi Fiódorovich Karamázov, me siento un tanto confuso. Y es que, por más que llame a Alekséi Fiódorovich ...
Memorias de la casa de los muertos

Memorias de la casa de los muertos

En medio de las estepas, de las montañas y de los inextricables bosques de las más apartadas regiones de la Siberia, se encuentran de vez ...
Cuentos

Cuentos

Si bien es en la faceta novelística donde más ha destacado Dostoievski, no es menos cierto que el género del cuento, el periodismo, el relato, ...
Pobres Gentes

Pobres Gentes

Mi inestimable Varvara Aleksiéyevna: ¡Ayer me sentí yo feliz, extraordinariamente feliz, como no es posible serlo más! ¡Con que por lo menos una vez en ...
Tesoro en vasija de barro

Tesoro en vasija de barro

En 1957, el obispo Fulton Sheen -en aquel tiempo el católico más reconocido de Estados Unidos y con una audiencia televisiva sin igual-, comenzó la ...
El trasfondo del ecumenismo

El trasfondo del ecumenismo

Creo que todos los católicos con sus corazones en el lugar correcto ven que el trabajo por la unidad de los cristianos es algo que ...
Preparación para la Consagración Total

Preparación para la Consagración Total

Preparación seria: La fórmula de Consagración Total a Jesús por María de San Luis María Grignion de Monfort no se debe tomar a la ligera ...
La perfecta casada

La perfecta casada

¿Quién hallará mujer de valor? Raro y extremado es su precio. Pero, antes que comencemos, nos conviene presuponer que, en este capítulo, el Espíritu Sancto ...
Para Salvarte

Para Salvarte

Doy gracias a Dios por la gran difusión que este libro está teniendo, tanto entre jóvenes como entre casados, entre obreros y entre estudiantes. Aunque ...
Palabras que dan Vida

Palabras que dan Vida

  Jesús es el Verbo de Dios, la Palabra de Dios encarnada, lo que Dios ha querido decirnos de Sí  mismo, lo que ha tenido ...
La Vida en Cristo

La Vida en Cristo

Estas páginas presentan el itinerario de una nueva evangelizaron y renovación espiritual basado en la carta de san Pablo a los Romanos. Por tanto, no ...
San Benito de Nursia (Ilustrado)

San Benito de Nursia (Ilustrado)

San Benito de Nursia, Patriarca de los Monjes de Occidente, Patrono de Europa y Fundador de la Orden Benedictina, es uno de los más grandes ...
Un Fuego Que Enciende Otros Fuegos

Un Fuego Que Enciende Otros Fuegos

"Dios es fuego devorador", dice la Biblia (Dt 4,24); y Jesús afirma: "He venido a traer fuego sobre la tierra, y ¡Cuánto desearía que ya ...
Los siete príncipes de los ángeles validos del Rey del cielo

Los siete príncipes de los ángeles validos del Rey del cielo

Fundamento de este tratado en la Visión de San Juan Evangelista en el capítulo 5 de sus Revelaciones 1. LA mayor recomendación que tiene el ...
Dios y mi alma

Dios y mi alma

Después de una larga temporada (casi un año) pasada en casa de mis padres, reponiéndome de un achaque de mi enfermedad, vuelvo de nuevo a ...
Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte

Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte

CARTA APOSTÓLICA DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II AL EPISCOPADO AL CLERO Y A LOS FIELES AL CONCLUIR EL GRAN JUBILEO DEL AÑO 2000 A ...
Desde La Cruz

Desde La Cruz

En la difusión de todo mensaje de importancia son necesarios tres elementos: una tribuna, un auditorio y una verdad. Estos tres elementos se encontraron reunidos ...
La oración que lo cambia todo

La oración que lo cambia todo

El examen cambió todo para mí, aunque estuvo a punto de no suceder. Esporádicamente, a lo largo de los años, escuchaba comentarios de personas que ...
El Manuscrito del Purgatorio

El Manuscrito del Purgatorio

Es vieja la fecha de la impresión, se publicó como un documento puramente histórico y con todas las reservas exigidas por la Iglesia, según el ...
Libro de Las Obras Divinas

Libro de Las Obras Divinas

Amigo lector: vas a leer la obra, para mí, más fascinante de Sta. Hildegarda. Aunque para ser precisos, Santa Hildegarda no se atribuye su autoría, ...
El Padre Elías

El Padre Elías

Un apocalipsis es una obra literaria que trata del final de la historia humana. Durante milenios, han aparecido en todo el mundo todo género de ...
El arte de la oración

El arte de la oración

Teófano el Recluso, conocido en el mundo bajo el nombre de Georges Govorov, nació en Chernavks, cerca de Orlov, en la provincia central de Viatka ...
Galeón

Galeón

Según los informes, hoy día los escolares españoles leen más a los diez años que a los catorce. Es decir, a medida que aumentan en ...
Como la estela de una nave

Como la estela de una nave

El presente libro reúne las meditaciones predicadas en la Casa Pontificia, en presencia de Benedicto XVI, en el tiempo de Adviento de 2010 y 2011 ...
Dios y el mundo

Dios y el mundo

En 1996, Peter Seewald me propuso conversar sobre las cuestiones que el hombre actual plantea a la Iglesia y que a menudo le cierran el ...
1000 pensamientos para iluminar la vida

1000 pensamientos para iluminar la vida

Salvando las distancias, en el zen existe un ejercicio, dirigido por un maestro y llamado koan, que consiste en ayudar al discípulo, mediante una frase, ...
La llamada

La llamada

UN EXTRAÑO FENÓMENO Todos somos espectadores de un fenómeno universal, algo que viene sucediendo desde hace 2000 años, y que se da en los cinco ...
La Historia de Annette

La Historia de Annette

Lo que se relaciona en estas páginas es de la mayor importancia. Aunque los acontecimientos en cuestión tuvieron lugar en Alemania, lo que damos aquí ...
Carta Encíclica Redemptoris Mater

Carta Encíclica Redemptoris Mater

1. La Madre del Redentor tiene un lugar preciso en el plan de la salvación, porque « al llegar la plenitud de los tiempos, envió ...
Familiaris Consortio

Familiaris Consortio

La Iglesia al servicio de la familia 1. La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las ...
San Camilo de Lelis (Ilustrado)

San Camilo de Lelis (Ilustrado)

La cuna de Camilo está rodeada de señales y hechos prodigiosos, con los que el cielo parece que quiso presagiar la misión del futuro apóstol ...
La oración, camino de amor

La oración, camino de amor

Hay muchos libros excelentes sobre la oración. ¿Es de verdad necesario otro más? Sin duda, no. Ya escribí uno sobre el tema hace algunos años, ...
La Misión del Pueblo que sufre

La Misión del Pueblo que sufre

El libro se abre con una desgarradora historia del dolor del pueblo.  Una de esas historias que acaecen todos los días, a las que nos ...
El Credo del Pueblo de Dios

El Credo del Pueblo de Dios

1. Clausuramos con esta liturgia solemne tanto la conmemoración del XIX centenario del martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo como el año que hemos ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta